Y añadió: “En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.”
“Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país;
y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón.
Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.”
Al oír estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira
y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle.
Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.
Etiquetas:EVANGELIO DEL DÍA