CELIBATO SACERDOTAL: ALTÍSIMA VOCACIÓN
Viernes 19 de Marzo de 2010 por René Mondragón
¿Puede ser un camino a la felicidad el celibato sacerdotal? Lo es, sin duda alguna.
En las últimas semanas-en esa Tendencia patológica que genera adicción por el rumor-no ha faltado quién o quiénes se sientan con Voz ex cathedra para organizarle la vida, la estructura y la normatividad canónica a la Iglesia. Pontifican dogmatizan y con una superficialidad tan supina como la luz.
UNA CONFESION PERSONAL
No tengo vocación para cura ya estas alturas del partido, creo que muy Sería aventurado decir que Dios me la daría. Tampoco tengo la autoridad moral que Posee mi ex admirado Pepe Cárdenas como para mandar un desear y Maciel con el que Luzbel Este primero ardiendo en los infiernos.
Adicionalmente, tengo que confesar que no estoy calificado para sentenciar o Definir Aspectos teológico-doctrinales que encierran la vivencia y el concepto del celibato sacerdotal. Pero tampoco me siento Fernández Noroña o Ricardo Monreal, Porque Procuro leer de vez en cuando y preguntar e investigar Algunas cosas.
BENEDICTO XVI Y EL VALOR DEL Celibato
Hecha la manifestación anterior, me remitiré a las voces autorizadas en el tema, comentando con mis HERMOSISIMAS gentiles lectoras y lectores Algunas Apreciaciones personales.
1 .- Me llama la atención que el Papa Cataloga y defiende el celibato sacerdotal en términos de “valor sagrado”. El adjetivo empleado por el Pontífice es elocuente por si solo, pero lo es más, si consideramos que Benedicto XVI ante lo más externo de Medio Centenar de Obispos y más de 500 sacerdotes en un evento organizado por la Congregación para el Clero. Esto es, el foro, el ponente y los asistentes, con precisión Sabían de qué se está hablando.
2 .- Para que no quedara duda alguna, el Vicario de Pedro aludió al celibato sacerdotal como “Señal de Consagración”, pero planteo un posicionamiento como tan formidable sublime: “Con el corazón indiviso a Dios ya las cosas del Señor”.
3 .- El Papa califico el celibato y al sacerdocio como una “vocación Altísima”, como el llamado que hay que vivir y Custodiar con una fe profunda y ver el todo como “un don precioso”, no hay que IMPORTANDO, para la sociedad secularizada , la alegre aceptación de la vocación sacerdotal, como Vista al mar “algo extraño al sentido común”.
4 .- Evidentemente, esta perspectiva planteada por Su Santidad Benedicto XVI, supera-con mucho-los reduccionismos y superficialidades con los que Algunos Algunos medios y comunicadores han abordado el tema, Por Encima de-como señala el mismo Pontífice-de “modas efímeras culturales “.
Claro que, no podia faltar gente como Günter Grass, Nobel de Literatura, haya exigido a la Iglesia el fin del celibato sacerdotal, como si el escritor fuese purpurado, doctor en Derecho Canónico, presidente de la Pontificia Congregación para el Clero, o de perdida , maestro de novicios. Es decir, el pecado Tener la más remota autoridad moral, el señor Grass se puso un dogmatizar sobre la “sexualidad y Contenida atascada Dentro de la Iglesia Católica”.
Es lamentable que hasta la Unicef se haya unido al coro de los que le quieren enmendar la plana a la Iglesia y al Papa, acusando a la Iglesia de “ocultar” “Durante Décadas” los abusos sexuales. En este último SEÑALAMIENTO, si la Unicef se percató, dio cuenta o Tuvo Información sobre los abusos sexuales durante “Décadas”-lo que quiere decir que Fueron Cuando menos, 20 años de información-y el personal de Unicef no lo denunció, un Pesar de saberlo, se incurrió en un delito llamado encubrimiento de actos criminales, o lo peor, complicidad, con ello la propia Unicef carecería de autoridad moral para criticar a la Iglesia.
Lo que queda claro para mí es sencillo. Para fortuna de todos, que estoy seguro, usted y yo, conocemos una muchísimos sacerdotes que son felices en su ministerio Encuentran Y que en el celibato, una forma cotidiana de Servir a los demás y Alcanzar la santidad.