Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo.
Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación.
Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.
Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!
A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él.
Hermano de Pequeña Comunidad, Parroquia San Pio X, Hermanos Menores Capuchinos, Cali, Colombia. Dios te bendiga y la virgen te acompañe siempre