Salmo 91, 1 – 16

Salmo 91, 1 – 16

El que habita al amparo de Elyón y mora a la sombra de Shaddai,
diga a Yahvé: “Refugio, baluarte mío, mi Dios, en quien confío”.
Pues él te libra de la red del cazador, de la peste funesta;
con sus plumas te protege, bajo sus alas hallas refugio: escudo y armadura es su fidelidad.
No temerás el terror de la noche, ni la saeta que vuela de día,
ni la peste que avanza en tinieblas, ni el azote que devasta a mediodía.
Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu derecha, a ti no te alcanzará.
Basta con que fijes tu mirada, verás la paga de los malvados,
tú que dices: “Yahvé es mi refugio”, y tomas a Elyón por defensa.
El mal no te alcanzará, ni la plaga se acercará a tu tienda;
que él ordenará a sus ángeles que te guarden en todos tus caminos.
Te llevarán ellos en sus manos, para que en piedra no tropiece tu pie;
pisarás sobre el león y la víbora, hollarás al leoncillo y al dragón.
Puesto que me ama, lo salvaré, lo protegeré, pues me reconoce.
Me llamará y le responderé, estaré a su lado en la desgracia, lo salvaré y lo honraré.
Lo saciaré de larga vida, haré que vea mi salvación.

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2 Comentarios

    1. Juan Revilla

      Mary, las biblias que estamos usando es la biblia de jerusalén versión 98, también la biblia de ámerica y latinoamericana, que bueno que aprecies los salmos bella riqueza para orar.

      Responder

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