La conversión cuaresmal  por Excmo.Arzb. José G Marín Rábago.

La conversión cuaresmal por Excmo.Arzb. José G Marín Rábago.

LA CONVERSIÓN CUARESMAL

Mensaje de Cuaresma de Mons. José G. Martín Rábago, Arzobispo de León.

Estamos iniciando el Santo Tiempo de Cuaresma, Camino de Preparación Espiritual para la celebración de la fiesta central de todo el Año Litúrgico: la Pascua, en la Cual conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo Nuestro Señor.

La Cuaresma es, antes que nada, un tiempo de conversión a Cristo para crecer en verdad y en autenticidad de nuestra fe y para Fortalecer Coherencia entre lo que decimos y lo que vivimos. La conversión no Cuaresmal Exige entrar en nuestro interior para descubrirnos Frente a la mirada de Dios que nos ve desde Dentro sabe y nuestras luchas, proyectos, debilidades y pecados.

Ciertamente la Cuaresma Supone un cambio de mentalidad, sino se Reducen sólo a cambiar nuestros pensamientos, pero no que con una valentía revisar la forma de vida que llevamos y los Criterios que nos mueve es nuestra Decisiones, así, ayudarnos por la fuerza del Espíritu Santo , iniciamos un cambio nuevo.

El gran reto en nuestra vocación de creyente es Lograr Superar un estilo de vida en el que lo “cristiano” sea sólo Cuestión de nombre, que el pecado nos Comprometa a vivir una conducta en Conformidad a la Voluntad del Padre.

Se convierte Quien Llega a Decisiones que se hace concretamente en las Exigencias de la vida diaria, Quien tiene la sabiduría y la valentía de ir a Lo mas importante, una que lo es como el centro del que se deriva luego las actitudes que nos definen como Cristianos.

Cuaresma no es sólo que debamos convertirnos Durante la, la verdad es que la conversión es el camino que Debe seguir siempre el discípulo en el seguimiento de Jesús, este es un Empeño que Abarca toda la vida. Pero,, Durante la Cuaresma se Intensificación los recursos que la Iglesia nos OFRECE Para ser Fieles En El Camino de la Fe Camino siempre en riesgo Amenazas y de las Tentaciones.

Las prácticas Propias de la Cuaresma, como la oración, el ayuno y la limosna, recursos que un hijo nos Ayudan purificarnos ya hacer el silencio interior que nos Permite ir al encuentro de Jesucristo vivo. En las prácticas cuaresmales, frecuentes en Algunas de nuestras tradiciones, hay el riesgo de quedarnos sólo en lo exterior, e la superficie, sin calar en profundidad.

Hay quien pone todo su Esfuerzo sólo en privaciones Algunas llamadas “cuaresmales penitencias”, pero la mortificación cristiana no cumple con su Finalidad si quedara solamente en el sufrimiento por el sufrimiento, y si no nos conduce al descubrimiento del Cristo ya la práctica de la Caridad fraterna. Recordemos la enseñanza paulina:

“Aunque todos los repartieran Mismos bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha” (I Cor. 13, 3).

Tomemos conciencia de nuestra Condición de hombres frágiles y siempre necesitados de conversión. Aprovechemos la oportunidad de esta Cuaresma que nos prepara a las festividades Pascuales, anuncio triunfo de Cristo Resucito.

† José G. Martín Rábago

Arzobispo de León

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