Palabra de Dios 8 de Abril de 2025. V Martes de Cuaresma.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro de los Números ( 21, 4-9 )
En aquellos días, los hebreos salieron del monte Hor en
dirección al mar Rojo, para rodear el territorio de Edom; pero
por el camino, el pueblo se impacientó y murmuró contra Dios
y contra Moisés, diciendo: “¿Para qué nos sacaste de Egipto?
¿Para que muriéramos en el desierto? No tenemos pan ni agua y
ya estamos hastiados de esta miserable comida”.
Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas,
que los mordían, y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió
a Moisés y le dijo: “Hemos pecado al murmurar contra el Señor y
contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes”.
Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: “Haz
una serpiente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido
mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá”. Moisés
hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno
era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salimo ( 101 )
R. Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi plegaria; que a tu presencia lleguen mis
clamores. El día de la desgracia, Señor, no me abandones. Cuando
te invoque, escúchame y enseguida respóndeme.
R.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando
oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo,
entonces al Señor temerán todos los pueblos y su gloria verán
los poderosos.
R.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el pueblo
nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la
tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de
la muerte al prisionero.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Juan ( 8, 21-30 )
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo me voy y ustedes
me buscarán, pero morirán en su pecado. A donde yo voy,
ustedes no pueden venir”. Dijeron entonces los judíos: “¿Estará
pensando en suicidarse y por eso nos dice: ‘A donde yo voy,
ustedes no pueden venir’?” Pero Jesús añadió: “Ustedes son de
aquí abajo y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo,
yo no soy de este mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus
pecados, porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”.
Los judíos le preguntaron: “Entonces ¿quién eres tú?” Jesús les
respondió: “Precisamente eso que les estoy diciendo. Mucho es
lo que tengo que decir de ustedes y mucho que condenar. El que
me ha enviado es veraz y lo que yo le he oído decir a él es lo que
digo al mundo”. Ellos no comprendieron que hablaba del Padre.
Jesús prosiguió: “Cuando hayan levantado al Hijo del hombre,
entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta;
lo que el Padre me enseñó, eso digo. El que me envió está conmigo
y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le
agrada”. Después de decir estas palabras, muchos creyeron en
él.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Los judíos esperaban un Mesías
meramente terrenal, alguien que los condujera a
simples grandezas humanas. Por esto no podían
entender a un Jesús pobre y amigo de los pobres,
que intentaba elevar a los hombres a las grandezas
divinas. La serpiente de bronce que, en su momento,
Moisés enarbolara en medio del campamento y que
podía salvar a quienes habían sido mordidos por las
serpientes venenosas, es figura de Jesús crucificado:
«Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces
conocerán que Yo Soy» (Jn 8, 28).