Palabra de Dios 21 de Ago. de 2024. Memoria, SAN PÍO X, Papa.

Palabra de Dios 21 de Ago. de 2024. Memoria, SAN PÍO X, Papa.

Palabra de Dios 21 de Ago. de 2024. Memoria, SAN PÍO X, Papa.

Evangelio del dia.

PRIMERA LECTURA.

Del libro del profeta Ezequiel (34, 1-11)

En aquellos días, el Señor me habló y me dijo: “Hijo de
hombre, profetiza contra los pastores de Israel y diles: ‘Esto
dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan
a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar a las ovejas?
Pero ustedes se toman la leche de ellas, se visten con su lana,
sacrifican las ovejas mejor alimentadas y no apacientan al
rebaño. No fortalecen a las ovejas débiles, no curan a las
enfermas ni cuidan a las que están heridas. No hacen volver a
las descarriadas ni buscan a las perdidas, sino que las dominan
con crueldad y violencia.
Mis ovejas se han dispersado por falta de pastor y se han
convertido en presa de todos los animales salvajes. Mi rebaño
anda errante por todas partes, por los montes y las colinas; mi
rebaño anda disperso por toda la superficie de la tierra y no hay
nadie que se preocupe de él, nadie que lo busque’.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: ‘Mi rebaño
ha sido expuesto al pillaje y se ha convertido en presa de todos
los animales salvajes por falta de pastor, pues mis pastores no
se preocupan por mi rebaño; se apacientan a sí mismos y no
apacientan a mi rebaño’.
Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: ‘Lo juro por
mi vida: Me voy a enfrentar a los pastores para reclamarles mis
ovejas y destituirlos de su cargo. Los pastores ya no volverán
a apacentarse a sí mismos. Les arrancaré mis ovejas de la boca
y no se las volverán a comer’. Esto dice el Señor: ‘Yo mismo
buscaré a mis ovejas y las cuidaré’ “.

Palabra de Dios.

SALMO.

Salmo (22, l-3a. 3b-4. 5. 6)

R. El Señor es mi pastor, nada me faltará.

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me
hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar
mis fuerzas.
R.

Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero
recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque
tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
R.

Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis
adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa
hasta los bordes.
R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días
de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.
R.

EVANGELIO.

Evangelio según san Mateo (20, 1-16)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
“El Reino de los cielos es semejante a un propietario que,
al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después
de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a
su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban
ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña
y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a
media tarde e hizo lo mismo.
Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía
otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado
aquí todo el día sin trabajar?’ Ellos le respondieron: ‘Porque
nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a
mi viña’.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador:
‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por
los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues,
los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario
cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que
recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada
uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario,
diciéndole: ‘Esos que llegaron al último sólo trabajaron una
hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que
soportamos el peso del día y del calor’.
Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago
ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un
denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó
al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo
que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?’
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los
primeros, los últimos”.

Palabra del Señor.

SAN PÍO X, Papa.

Se impuso, siendo Papa, por su sencillez y su vigor. Con mano
firme gobernó la Iglesia en una época en que ésta debía hacer
frente a un laicismo virulento y a posiciones extremadamente
radicales sobre conocimientos teológicos y bíblicos. El Papa
invitó a los cristianos a participar activamente en la liturgia y
los atrajo a las fuentes de la vida (1835-1914).

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.