Palabra de Dios 29 de Abril de 2024. Memoria, SANTA CATALINA DE SIENA.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles (14, 5-18)
En aquellos días, los paganos y los judíos de Iconio, apoyados
por las autoridades, comenzaron a agitarse con la intención de
maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé. Pero ellos se dieron
cuenta de la situación y huyeron a Listra y Derbe, ciudades de
Licaonia, y predicaron el Evangelio en toda la región.
Había en Listra un hombre tullido de los pies desde su
nacimiento que se pasaba la vida sentado y nunca había podido
andar. El tullido escuchaba el discurso de Pablo, y éste, mirándolo
fijamente, advirtió que aquel hombre tenía fe suficiente como
para ser curado, y le ordenó en voz alta: “Levántate y ponte
derecho sobre tus pies”. De un salto el hombre se puso en pie
y comenzó a caminar. Cuando la gente vio lo que Pablo había
hecho, empezaron a gritar en la lengua de Licaonia: “¡Dioses en
figura de hombres han bajado a visitarnos!” Decían que Bernabé
era el dios Júpiter y Pablo el dios Mercurio, porque éste era el
que hablaba.
El sacerdote del templo de Júpiter, situado a la entrada de la
ciudad, llevó a las puertas unos toros adornados con guirnaldas, y
junto con la muchedumbre, quería ofrecerles un sacrificio. Al darse
cuenta de todo esto, los apóstoles Bernabé y Pablo se rasgaron las
vestiduras e irrumpieron por entre la multitud, gritando:
“Ciudadanos, ¿por qué hacen semejante cosa? Nosotros
somos hombres mortales, lo mismo que ustedes. Les predicamos
el Evangelio que los hará dejar los falsos dioses y convertirse
al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo cuanto
contienen. En épocas pasadas, Dios dejó que cada pueblo
siguiera su camino, aunque siempre se dio a conocer por
sus beneficios, mandando la lluvia y la cosecha a su tiempo,
dándoles así comida y alegría en abundancia”. Y diciendo estas
palabras, consiguieron impedir, a duras penas, que la multitud
les ofreciera un sacrificio.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (113 B, 1-2. 3-4. 15-16)
R. Que todos te alaben sólo a ti, Señor. Aleluya.
No por nosotros, Señor, no por nosotros, sino por ti mismo,
manifiesta tu grandeza, porque eres fiel y bondadoso. Que no
nos pregunten los paganos: “¿Dónde está el Dios de Israel?”.
R.
Nuestro Dios está en el cielo y él ha hecho todo lo que quiso.
En cambio, los ídolos de los paganos son oro y plata, son dioses
hechos por artesanos.
R.
Que los llene de bendiciones el Señor, que hizo el cielo y la
tierra. El Señor se ha reservado para sí el cielo y a los hombres
les ha entregado la tierra.
R.
EVANGELIO
Evangelio según san Juan (14, 21-26)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El que acepta mis
mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí,
lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él”.
Entonces le dijo Judas (no el Iscariote): “Señor, ¿por qué
razón a nosotros sí te nos vas a manifestar y al mundo no?”
Le respondió Jesús: “El que me ama, cumplirá mi palabra y mi
Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada.
El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que
están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió.
Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el
Consolador, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi
nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto
yo les he dicho”.
Palabra del Señor.
SANTA CATALINA DE SIENA.
Su vida estuvo repartida entre la contemplación de Jesús
crucificado y el servicio de la Iglesia, desgarrada por facciones.
Plenamente imbuida en el espíritu de santo Domingo, encontró
en el amor a Dios todas las energías necesarias para hacer
regresar al Papa, de Aviñón a Roma, y para hacer comprender
a los pecadores lo que significa el llamamiento de la sangre
redentora (1347-1380).