Palabra de Dios 7 de Nov. de 2023. Martes XXXI Tiempo Ordinario.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Carta del apóstol san Pablo a los romanos (12, 5-16a)
Hermanos: Todos nosotros, aun siendo muchos, formamos un solo
cuerpo unidos a Cristo, y todos y cada uno somos miembros los unos
de los otros. Pero tenemos dones diferentes, según la gracia concedida
a cada uno. El que tenga el don de profecía, que lo ejerza de acuerdo
con la fe; el que tenga el don del servicio, que se dedique a servir; el
que enseña, que se consagre a enseñar; el que exhorta, que se entregue
a exhortar. El que da, hágalo con sencillez; el que preside, presida con
solicitud; el que atiende a los necesitados, hágalo con alegría.
Que el amor de ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y practiquen
el bien; ámense cordialmente los unos a los otros, como buenos
hermanos; que cada uno estime a los otros más que a sí mismo.
En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan
un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los
mantenga alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes
en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense
en la hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen; bendíganlos, no los maldigan.
Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran. Que reine
la concordia entre ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse
al nivel de los humildes.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (130, 1. 2. 3)
R. Dame, Señor, la paz junto a ti.
Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas
que superen mis alcances no pretendo.
R.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño
recién amamantado en los brazos maternos.
R.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Lucas (14, 15-24)
En aquel tiempo, uno de los que estaban sentados a la mesa con
Jesús le dijo: “Dichoso aquel que participe en el banquete del
Reino de Dios”.
Entonces Jesús le dijo: “Un hombre preparó un gran banquete y
convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete, mandó
un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque ya todo
estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse.
Uno le dijo: ‘Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que
me disculpes’. Otro le dijo: ‘Compre cinco yuntas de bueyes y voy a
probarlas; te ruego que me disculpes’. Y otro más le dijo: ‘Acabo de
casarme y por eso no puedo ir’.
Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el Señor se enojó
y le dijo al criado: ‘Sal corriendo a las plazas y a las calles de la cuidad
y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos’.
Cuando regresó el criado, le dijo: ‘Señor, hice lo que me ordenaste,
y todavía hay lugar’. Entonces el amo respondió: ‘Sal a los caminos
y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa.
Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de
mi banquete’ ”.
Palabra del Señor.
PARA MEDITAR:
A Dios no se le puede frustrar la fiesta; si unos invitados no pueden
asistir, se invita a otros. Nadie está excluido. Desde el día de
nuestro Bautismo se nos hizo la invitación para participar del
banquete de su Reino. ¿Te sientes enfermo, fracasado y pecador? Dios
sigue saliendo a los caminos y a los cruces de camino por ti.