Palabra de Dios 5 de Nov de 2023. XXXI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del profeta Malaquías (1, 14-2, 2. 8-10)
“Yo soy el rey soberano, dice el Señor de los ejércitos; mi nombre
es temible entre las naciones. Ahora les voy a dar a ustedes, sacerdotes,
estas advertencias: Si no me escuchan y si no se proponen de corazón
dar gloria a mi nombre, yo mandaré contra ustedes la maldición”.
Esto dice el Señor de los ejércitos:
“Ustedes se han apartado del camino, han hecho tropezar a muchos
en la ley; han anulado la alianza que hice con la tribu sacerdotal de
Leví. Por eso yo los hago despreciables y viles ante todo el pueblo,
pues no han seguido mi camino y han aplicado la ley con parcialidad”.
¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado
un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos traicionamos entre hermanos,
profanando así la alianza de nuestros padres?
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo (130, 1. 2. 3)
R. Señor, consérvame en tu paz.
Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas
que superen mis alcances no pretendo.
R.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño
recién amamantado en los brazos maternos.
R.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre.
R.
SEGUNDA LECTURA.
Primera carta de Pablo a los tesalonicenses (2, 7-9. 13)
Hermanos: Cuando estuvimos entre ustedes, los tratamos con
la misma ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus
pequeños. Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que hubiéramos
querido entregarles, no solamente el Evangelio de Dios, sino también
nuestra propia vida, porque han llegado a sernos sumamente queridos.
Sin duda, hermanos, ustedes se acuerdan de nuestros esfuerzos y
fatigas, pues, trabajando de día y de noche, a fin de no ser una carga
para nadie, les hemos predicado el Evangelio de Dios.
Ahora damos gracias a Dios continuamente, porque al recibir
ustedes la palabra que les hemos predicado, la aceptaron, no como
palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de Dios, que
sigue actuando en ustedes, los creyentes.
Palabra de Dios.
EVANGELIO.
Evangelio según san Mateo (23, 1-12)
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos:
“En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos.
Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque
dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de
llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con
el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente.
Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los
primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las
sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los
llame ‘maestros’.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque no
tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún
hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes
es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía
de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su
servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla
será enaltecido”.
Palabra del Señor.