Palabra de Dios 10 de marzo de 2023. Viernes de la 2ª semana de Cuaresma.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del Génesis (37, 3-4. 12-13. 17-28)
Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, porque lo
había engendrado en la ancianidad. A él le había hecho una túnica
de amplias mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a
todos ellos, llegaron a odiarlo, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los
rebaños de su padre, Jacob le dijo a José: “Tus hermanos apacientan
mis rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá”. José fue entonces
en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron
de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él para
matarlo y se decían unos a otros: “Ahí viene ese soñador. Démosle
muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo
devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños”.
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos,
diciendo: “No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor
arrójenlo en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las
manos”. Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo
despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego
se sentaron a comer, y levantando los ojos, vieron a lo lejos una
caravana de ismaelitas, que venían de Galaad, con los camellos
cargados de especias, resinas, bálsamo y láudano, y se dirigían a
Egipto. Judá dijo entonces a sus hermanos: “¿Qué ganamos con
matar a nuestro hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los
ismaelitas y no mancharemos nuestras manos. Después de todo,
es nuestro hermano y de nuestra misma sangre”. Y sus hermanos
le hicieron caso. Sacaron a José del pozo y se lo vendieron a los
mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes se
llevaron a José a Egipto.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo 104, 16-17.18-19.20-21
R. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó con
todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a
José, vendido como esclavo.
R.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con
cadenas, hasta que se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con
su palabra.
R.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró, lo
nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Mateo (21, 33-43. 45-46)
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los
ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un
propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un
lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló
a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir
su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron
de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo
apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que
los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo
respetarán’. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a
otros: ‘Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con
su herencia’. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará
con esos viñadores?” Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible
a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le
entreguen los frutos a su tiempo”.
Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura:
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra
angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino
de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”.
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos
comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron
aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido
por un profeta.
Palabra del Señor.