Misa votiva Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
“BENDITO SEA EL SEÑOR, DIOS DE ISRAEL”.
El Señor ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas. R/.
Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres, y acordarse de su santa alianza. R/.
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia, delante de él, todos los días de nuestra vida. R/.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.