“TOCAMOS LA FLAUTA Y USTEDES NO BAILARON, CANTAMOS CANCIONES TRISTES Y NO LLORARON”.
En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros: ‘Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado’.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: `Ése está endemoniado’. Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores’. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen”.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.
Si la alegría ni la tristeza hacen un efecto de reacción y respuesta en nuestra vida , entonces podemos decir que nuestra fe está en crisis. Las razones son varias: Problema económico, problema familiar, problema de trabajo u otros de índole moral y espiritual. Todas estas razones , lejos de ayudarnos a reflexionar en la Palabra del Señor nos ahogan más bien. Tener la Sabiduría de Dios es vivir en comunión y gracia con Él , su Iglesia y el prójimo. Pero, para estar en comunión interpersonal con Dios necesito conocer más en profundidad y de una manera más cercana. Es aquí donde empezamos a darnos cuenta que “tan poco conocemos a nuestro Maestro y Salvador, Jesucristo”. Estamos viviendo un tiempo donde ni siquiera el tiempo es nuestro: Ya tiene dueño, y son varios, por esta razón, el Señor como Palabra viva presente en la Sagrada Escritura pasa desapercibido y por ende, dejamos pasar esta brillante oportunidad . Los Católicos, somo proclives a la formación bíblica, no la formación enciclopédica ni erudita sino más bien, aquella que nos ayude a conocerlo, amarlo, seguirlo y servirle con todo el corazón y generosidad posible. Solo aquel que conoce a Jesús descubre en su corazón la necesidad de seguirlo y servirle en su Iglesia y en el prójimo. Riamos o lloremos pero reaccionemos, es peor ser indiferentes y no ser ninguna de las dos cosas. Que el Señor mediante el apoyo que nos brinda EVANGELIZAR FUERTE, nos ayude a descubrirlo y conocerlo para saber cuán grande es su amor por nosotros.