La alegría del evangelio transforma vidas.
Evangelización.
Ante la noticia de que Guadalajara ha aceptado el sexo en vía pública despenalizando el artículo 14 del reglamento de Policía y buen Gobierno, con argumentos infantiles que rebasan el sentido común, dando paso a saciarse los instintos sexuales en vía pública por quien lo desee, “siempre y cuando no incomode a alguien”… Hay gente que produce mejor vida que estos reglamentos que solo causará más decadencia de la sociedad, en moral, valores y dignidad, violando arteramente los derecho humanos tan citados, pero que aplastan los derechos de millones de ciudadanos que no quieren esa despenalización.
Hay gente que trabaja en ministerios de la Iglesia anunciando la buena nueva para que el hombre recupere su libertad, su conciencia, produzca bien a la sociedad, integrándose con una mejor forma de vida en lugar de una sarta de mezquinas pasiones por parte del ayuntamiento antes citado. Si quieren ver Sodoma y Gomorra, hay que esperar las exhibiciones de jóvenes estudiantes en secundarias que pondrán en práctica la nueva ley aceptada por la ciudadanía tapia y que no habrá la manera de reprochar lo que los adultos han aceptado.
Retiros kerigmáticos.
Este fin de semana se esperan por lo menos 4 retiros kerigmáticos en varias partes de la Arquidiócesis de León. Hombres, mujeres, jóvenes que se encontrarán con Cristo Jesús que les transformará la vida. Sí hoy hay corrupción, violencia, denigración de la sociedad, etc., en México, no será con leyes liberales ni progresistas, sino con el anuncio de esa buena nueva por parte de los bautizados hacía los bautizados.
Desde el primer momento de lo que se llaman los visiteos para invitar a la ciudadanía al retiro, ya hay una alegría enorme, recordamos el envío que hace Jesús a sus discípulos, como llegaron tan alegres contando lo sucedido. Hay otros más que prepararon durante un buen tiempo con casas de reunión y ya están listo para el retiro. ¿Hay alegría?, ¡sí!, algo sucede en el corazón del evangelizador que llena su corazón, está haciendo lo que quiere Dios para ese encuentro con él.
En estos ministerios no hay edad, no hay requisito académico, no hay grado de jerarquía, ni mucho menos estrato social, son simplemente “testigo” de Jesús, cada uno con el ardor del evangelio, cada uno de esos evangelizadores gozan de una vida nueva con un nuevo panorama que abre esperanzas de un mejor México.
El anhelo del encuentro.
Es de saber, habrá muchos obstáculos porque el mal no se quedará con los brazos cruzados, sin embargo, cita San Pablo la realidad que viven los evangelizadores ante lo adverso que busca que no se lleve a cabo el despertar del de la conciencia humana por parte de Dios: 2 Cor 10, 4-5 porque las armas de mi combate no son humanas, sino son el poder de Dios para demoler fortalezas, destruir teorías y todo tipo de soberbia que se levante contra el reconocimiento de Dios. Hacemos prisionero a todo razonamiento, sometiéndolo a Cristo.
Hay un anhelo y alegría por parte del evangelizador, ya que aunque él también se retroalimenta, sabe que se liberarán muchos de sus conceptos, pasiones, pecados, errores, vicios, etc., por esa razón prepara con calidad y sencillez el modo de acoger aquellos que Jesús reúne para que se encuentren con él, de ahí que el anhelo se vuelve más intenso y desea llegue el día del inicio del retiro.
Conclusiones.
Los riesgo permisivos a los hombres siempre ocasionará libertinaje, el encuentro con Cristo Jesús siempre causará un bien que no se compara con nada que pueda generar bien al hombre. En estos tiempos tan duros donde se han desbordado las ideas progresistas humanistas, donde al hombre se le motiva como el artífice de todo, habrá el trabajo de hombres y mujeres que trabajan con Jesús que causarán una transformación en la vida de quien acepte otra realidad que no le expone el mundo.
