Salmo 146,1-6. Domingo 4 de Febrero de 2018.
“ALABEMOS AL SEÑOR, NUESTRO DIOS”.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel los ha reunido. R/.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites. R/.
Se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.