Empiezan los cambios de sacerdotes: Arquidiócesis de León.
Arquidiócesis.
El corazón es movido para orar por los sacerdotes que han recibido la noticia de que van a ser cambiados de su parroquia o de servicio como vicario en la Arquidiócesis de León. La decisión la ha tomado el excelentísimo Arzobispo de León don Alfonso Cortés, estos sacerdotes necesitan la oración del pueblo. Tal vez, para muchos en un juicio muy apresurado, vemos estos cambios sin ningún sentido. Hace apenas en tiempo muy corto, hubo otro ajuste de gran cantidad de sacerdotes, no se dan pormenores de dicha decisión, podemos deducir que es por estrategia y para bien de la Arquidiócesis.
A muchos fieles les “agarró” desprevenidos, al escuchar los movimientos de sacerdotes que se anunciaban, máxime, sí su parroquia se vio afectada por el movimiento. Creemos de buena fe, que al excelentísimo arzobispo le ha asistido el Espíritu santo para tal decisión, en nuestro panorama laico vemos esto con preocupación.
En tres años, dos movimientos importantes, y decimos que nos preocupa porque, mientras que los nuevos sacerdotes van a tomar sus respectivos puestos, parece que toda la evangelización se va para atrás, “empezar de ceros”. Mientras estos sacerdotes comienzan a familiarizarse en el ambiente del territorio parroquial, la evangelización entra en un proceso de parálisis.
Preocupación y oración activa.
Nos preocupa y oramos además de participar en la evangelización, porque mientras que el señor Arzobispo toma esta decisión, muchos laicos, (seglares) trabajan en la evangelización: retiros kerigmáticos, catequesis, seguimientos, neo-catecumenado, sacramentos, formación bíblica, ministerios con sus roles etc. Según estamos en una etapa del plan diocesano de pastoral (PDP): “parroquia evangelizadora”, que amerita ponerse la camiseta de la Iglesia y sudar el trabajo de evangelizar.
Nuestra oración es activa, desde que amanece hasta que se anochece, no podemos dedicarnos a criticar tales acciones, ciertamente se vuelve a insistir: “nos preocupa”, por ello, nuestra oración por los sacerdotes se intensifica y más por el excelentísimo Arzobispo para que sus decisiones den frutos contundentes.
Malas experiencias.
Por experiencia de muchos seglares de diferentes parroquias, estos cambios han generado retraso en el trabajo de evangelización, y casi se compara con la política, cuando cada tres años cambian a un presidente municipal, el nuevo gabinete empieza de ceros, pero tiene una ventaja: estos políticos ya tienen un plan de trabajo que han presentado a la ciudadanía, gente para ocupar puestos, una plataforma de trabajo y que demagógicamente han difundido en un trabajo de proselitismo por “x” tiempo, estos sacerdotes se enteran de repente. ¿Cuál plan de trabajo tienen?, ¿acaso ya hicieron un examen del lugar donde van a llegar?, o quizá los sacerdotes anteriores dejaron un comentario para el futuro responsable, no se duda que el Espíritu santo los asista y los conduzca, probablemente alguien opine: “se les aviso y es bueno no dejar que los sacerdotes echen raíces”, bueno, esa es una postura proteccionista a las decisiones, hay que dejarlos trabajar.
Hemos visto con alegría que hay muchos sacerdotes que trabajan muy duro en sus parroquias, quieren proyectar una parroquia dinámica, pero, luego un desencanto: en un abrir y cerrar de ojos: “es removido”, para colmo que se une, hay desgraciadamente unos sacerdotes muy reacios a la evangelización, los laicos no pueden trabajar con él. Unos sacerdotes les gusta formación, participación de grupos, ministerios, pero, otros están cómodos con poco movimiento, ahí la llevan, no se quieren desgastar.
Necesitan nuestro apoyo.
Al dar inicio los cambios ya en algunas parroquias. No queremos que esto parezca una crítica a la decisión de llevar acabo estos cambios, ¡de ninguna manera!, sabemos, que es su responsabilidad y él dará cuentas de las almas en custodia de la Arquidiócesis, muchos fieles hasta mítines querían llevar acabo, pero, para que empeorar la situación, no serán escuchados y muy probablemente hasta se crea que el sacerdote removido ha incitado tal acción”. Lo mejor es una verdadera oración por estos sacerdotes, pero más por “don Alfonso Cortés”, quien tiene todo el peso y responsabilidad de varios millones de fieles.
A trabajar y aceptar al nuevo párroco o vicario que llega a tú parroquia es la mejor actitud católica y cristiana, pues aunque se sigue a Jesús y no a los sacerdotes, en muchas ocasiones se puede llegar anhelar aquel trabajo que realizaba ahí el anterior sacerdote. Para ello será bueno no comparar, sino más bien, “sumar” esfuerzos para un excelente trabajo donde la evangelización brille.
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