¿Practicas con olor a vejez en la Iglesia?<
Son casi 2000 años de su fundación de la Iglesia católica, hoy es miércoles de ceniza, de aquí en adelante se asignan 40 días llamado tiempo de cuaresma hasta domingo de ramos y empieza la semana mayor o semana santa, según el calendario litúrgico de la Iglesia, la imposición de la ceniza se va a llevar a cabo con la ceniza de la incineración de los ramos bendecidos del año pasado, la imposición puede ser en la cabeza o en la frente, su significado muestra la caducidad del hombre viejo que va a ser renovado o mejor dicho:”hecho hombre nuevo por la acción de Cristo Jesús”, dándose así una conversión vigorosa y eficaz.
La vinculación con el judaísmo y dada su esencia penitencial, iniciando con la celebración de la asamblea, luego con los ázimos y posteriormente el ritual del cordero, se puede intuir que estos cuarenta días en la Iglesia católica sean de una preparación intensa para vivir la salvación en Jesús, por ende, en su recepción de la ceniza, dará marcha el camino de estos cuarenta días agregándose cantidad de elementos penitenciales: ayuno, abstinencia, mortificación, oración, obras de caridad, sacrificios, reconciliación y una serie de acciones que buscan estar lo más digno posible para el momento de la salvación y que por la misma gracia de Jesús se diera una forma de vida permanente no solo en los 40 días.
Las preguntas que no se pueden eludir serán: ¿vale la pena todos estos esfuerzos penitenciales?, ¿la Iglesia tendría que renovar esas viejas prácticas de hace casi 2000 años?, ¿la Iglesia tendrá la obligación de buscar mejores métodos para vivir la cuaresma?; la cuestión es muy sencilla: ¿quién dice que son viejas prácticas?, ¿por los 2000 años?, el judaísmo tiene más y celebra el sabath actualmente, prácticas orientales tienen más que el cristianismo y no cambian su forma de aplicar su doctrina, ¿quién le puede restar importancia a estas acciones penitenciales?, ¿los mismos católicos o el mundo lo ven con olor a vejez?
Desde un acercamiento laico.
La sagrada escritura del N.T es alusiva en la forma de vida de las comunidades, la oración, el ayuno, las mortificaciones son prácticas comunes en la Iglesia: Hch 13,2-3 Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: –Sepárenme a Bernabé y a Saulo para la tarea a la que los tengo destinados. Ayunaron, oraron, e imponiéndoles las manos, los despidieron. Las comunidades practican lo que se conoce la ascética para vencer al cuerpo y domine el Espíritu santo y su oración es arma poderosa: Hch 12:12 Ya recobrado, se dirigió a casa de la madre de Juan, de sobrenombre Marcos, donde unos cuantos se habían reunido para orar. La oración, la mortificación y las buenas obras forman parte de la Iglesia: Hch 6:4 Nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra. Toda la acción de la Iglesia se impregna de estas prácticas: Hch 1:14 Todos ellos, con algunas mujeres, la madre de Jesús y sus parientes, permanecían íntimamente unidos en la oración.
Con estos datos bíblicos sin indagar más nos damos cuenta de la importancia del ayuno, la oración, las buenas obras que abundan en el evangelio, por otro lado la ascética que se ha desarrollado por parte de los padres de la Iglesia atendiendo a Jesús y la forma de vivir una viva más llevada por el Espíritu santo y no por la carne: Mt 6:3 Cuando tú hagas limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Mt 6:6 Cuando tú vayas a orar, entra en tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre a escondidas. Mt 6:17 Cuando tú ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara.
La observación lógica.
Como laicos vale la pena vivir en ayuno, en mortificación, en oración, en buenas obras, en abstinencia, porque esto nos hace más dóciles al Espíritu, hay dominio sobre las pasiones, el Espíritu manda al cuerpo, el pecado está más lejano y en nuestra vida vive la perfección cristiana, y esto sin denigrar la vida diaria sino todo lo contrario: “plena y eficaz”, el detalle es que para una inmensa cantidad de católicos todo esto esta ajeno de la realidad, sabe usted de alguien que ayune cuando su familiar está enfermo, hacer el bien al prójimo cuando la esposa está internada en una clínica, es más fácil encontrar católicos orando, sea rosario, coronilla etc.; pero, ¿cuando alguien ofrece abstenerse de algo por la alma de un hijo o que ese hijo salga de la drogadicción?, o ¿mortificar su cuerpo durmiendo con las famosas disciplinas del santuario en el cuerpo, por el nivel académico de los estudiantes?, ¿ayunar por la violencia?
Ante la lógica, hoy nos dice que es mejor no “comer prójimo que ayunar”, parece ser que la cuaresma se hace dietética, ya que ofrecen “no tomar soda, o vino”, o “no ver una novela” en los 40 días, otros más creen que es innecesario los medios penitenciales porque Cristo ya nos salvó, pero esos hermanos viven una vida opuesta al cristianismo y al ejemplo de cristo, parece que Cristo murió para que pequen más.
No es que huela a vejez las prácticas penitenciales de la Iglesia, los que no están dispuestos a vivir como católicos son esos que han renunciado a las prácticas y tomado la vida placentera creen que basta con pedir para que Dios le haga el milagro. Es inconcebible que haya católicos el día 28 de cada mes que se vistan de San Judas Tadeo, vayan al templo celebren misa y su dedicación en la vida diaria sea un ladrón, un ratero que deja los vehículos sin una llanta montada la masa en una piedra, o sin batería, sin polveras, o tenga un amante.
No son malas las prácticas penitenciales el problema es la pobre “cultura que se estacionó en la vida de muchos cristianos”, se niegan a conversión, viviendo convenencieramente la vida, ajustando la doctrina, eludiendo la práctica del catolicismo, despreciando a la misma Iglesia
La gran esperanza de Dios.
Al final de la cuaresma se vivirá de nuevo el viacrucis, Dios puede tocar al fiel y transformarlo, la esperanza es que este año los católicos entiendan que al imponerles la ceniza se comprometerán a tratar de entrar en conversión, a que la misma palabra de Jesús se cumpla en el fiel: Mt 6, 25 Por eso les digo que no anden angustiados por la comida [y la bebida] para conservar la vida o por la ropa para cubrir el cuerpo. ¿No vale más la vida que el sustento?, ¿el cuerpo más que la ropa?, cada vez se vuelve más pesado escuchar cada herejía, pero Jesús sabe esperar, sabe ser misericordioso, sabe exigir, sabe dar lecciones de vida.
Es más fácil cumplir las acciones penitenciales que sustituirlas por algo más valioso, un chico llegó orgulloso de haber hecho una obra buena, dijo que llegó una persona “muy cruda”, (que bebió en exceso hasta emborracharse o ya tiene mucho tiempo bebiendo) y le disparó una caguama porque se veía muy mal, ¿usted cree que es una obra buena?, el club Barcelona retiró la cruz del escudo de su playera para poder venderlo a los musulmanes ¿cree usted que la cruz es un juego?, Trump dice que es cristiano pero es una amenaza para muchos hombres, ¿qué valores cristianos aplicará?
Estás prácticas hay que dejarlas a los ancianos, a los sacerdotes, a las monjitas, a los que andan de santurrones en la Iglesia, a los que andan de lambiscones en la parroquia, pero a muchos católicos no se le moleste con esto, como es tradición irán a cumplir la imposicón pero sin haber hecho una reflexión a donde quiere llegar y a que se compromete.
No conozco en lo personal un ateo que sea lo que se dice: “buena persona” desgraciadamente los que conozco no me dejan nada bueno, a mí en lo particular, me ha tocado lidiar con musulmanes reaccionarios y que hay buenos musulmanes, de 11 judíos que conozco solo 1 se puede tratar con decencia, a los otros el dinero y los negocios los corroe y seguramente hay buenos judíos, pues de este modo, es más fácil que con los medios penitenciales podamos ser mejores personas que con los valores del mundo.
En conclusión:
No es que sean viejas las prácticas penitenciales en la Iglesia, más bien, son pocos los católicos que saben de su valor, de su gracia, y el efecto en las personas, sí se conociera, podríamos imaginar cumplir lo que Jesús dijo. Ama a tú prójimo y los amaríamos, préstale y le prestaríamos o quizá hasta le regalaríamos, se tolerante y haríamos todo lo posible por aceptarles tal y como son, comprometido en tú sociedad y lo seriamos.
No es que estén pasadas de moda esas prácticas, es que muchos católicos las sustituyeron por lo vano y lo mundano, pretextos para no practicar las acciones penitenciales, es mejor comer, beber, vestir, tener, poseer, poder, placer que practicar alguna d estas formas. Oramos para que Dios nos de la gracia de encontrar en la cuaresma el camino hacía Jesús.