“CUANDO LOS EXTRANJEROS ORAN AL SEÑOR, ÉL LOS ESCUCHA”.
En el templo que había construido en Jerusalén, Salomón elevó a Dios esta plegaria: Cuando un extranjero que no es de tu pueblo Israel, pero que venga de un país lejano debido a tu Nombre,
porque oyó hablar de tu gran Nombre, de tu mano poderosa y de los grandes golpes que propinas, si viene a orar en esta Casa,
escúchalo desde lo alto del cielo donde habitas, y acoge la solicitud de ese extranjero. De ese modo todos los pueblos de la tierra conocerán tu Nombre, te temerán como lo hace tu pueblo Israel, y sabrán que tu Nombre permanece en esta Casa que he construido.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.