Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma.
“UN RÍO ALEGRA A LA CIUDAD DE DIOS”
Dios es nuestro refugio y fortaleza,
socorro siempre a mano en momentos de angustia.
Por eso, si hay temblor no temeremos,
o si al fondo del mar caen los montes;”
Un río, sus brazos regocijan
a la ciudad de Dios,
santifica las moradas del Altísimo.
Dios está en ella, no puede ceder,
Dios la socorre al despuntar la aurora.
El Señor Sabaot está con nosotros,
es nuestro baluarte el Dios de Jacob.
Vengan a ver las hazañas del Señor,
y los estragos que causó a la tierra.
Esta Basílica es la catedral del Papa
Ésta es la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos como su Dios, y ellos serán su Pueblo. Se dice Gloria.
Señor, tú que con piedras vivas y escogidas preparas una morada eterna para tu divinidad, derrama con abundancia sobre tu Iglesia la gracia que le has otorgado, para que tu pueblo fiel avance sin cesar en la construcción de la Jerusalén celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, , tu Hijo, que reina contigo en el cielo, en unidad con el Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos, de los siglos. Amén
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México