SAN MARTÍN DE PORRES, SANTO HUMILDE, DE LA ESCOBA.
“DAME, SEÑOR, LA PAZ JUNTO A TI”.
(Canto de peregrinación. De David). Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor, ni mis ojos se han vuelto altaneros. No he pretendido grandes cosas ni he tenido aspiraciones desmedidas.
No, yo aplaco y modero mis deseos: como un niño tranquilo en brazos de su madre, así está mi alma dentro de mí.
Espere Israel en el Señor, desde ahora y para siempre.
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz; tú, Señor, me devuelves mi heredad.
Dios nuestro, que condujiste a san Martín de Porres a la gloria celestial por el camino de la humildad, concédenos imitar de tal modo sus admirables ejemplos, que merezcamos ser glorificados con él en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, , tu Hijo, que reina contigo en el cielo, en unidad con el Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos, de los siglos. Amén
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México