LA SAGRADA EUCARISTÍA
“YA SEA QUE ESTEMOS VIVOS O QUE HAYAMOS MUERTOS, SOMOS DEL SEÑOR”.
Hermanos:Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo.
Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos ya muramos, del Señor somos.
Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos.
Pero tú ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú ¿por qué desprecias a tu hermano? En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios,
pues dice la Escritura: ¡Por mi vida!, dice el Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios.
Así pues, cada uno de vosotros dará cuenta de sí mismo a Dios.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Abrió Dios las compuertas del cielo e hizo llover sobre ellos el maná para que lo comieran; les dio un trigo celeste, y el hombre comió pan de ángeles.
Señor Dios, que llevaste a cabo la obra de la redención humana por el misterio pascual de tu Unigénito, concede, benigno, que quienes anunciamos llenos de fe por medio de los signos sacramentales, su muerte y resurrección, experimentemos un continuo aumento de tu salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, , tu Hijo, que reina contigo en el cielo, en unidad con el Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos, de los siglos. Amén
Biblia de Jerusalén / se toma como guía el misal católico: Asambleas Eucarística. México