“USTEDES HAN SOPORTADO GRANDES LUCHAS, NO PIERDAN PUES LA CONFIANZA”.
Recuerden aquellos primeros tiempos, poco después de haber sido iluminados, en que tuvieron que soportar un duro y doloroso combate.
Fueron expuestos públicamente a humillaciones y pruebas, tuvieron que participar del sufrimiento de otros que fueron tratados de esta manera.
Sufrieron con los que iban a la cárcel, les quitaron sus bienes, y lo aceptaron gozosos, sabiendo que les esperaba una riqueza mejor y más duradera.
Por eso no pierdan ahora su resolución, que tendrá una recompensa grande.
Es necesario que sean constantes en hacer la voluntad de Dios, para que consigan su promesa.
Acuérdense: dentro de poco, muy poquito tiempo, el que ha de venir llegará; no tardará.
Mi justo, si cree, vivirá; pero si desconfía, ya no lo miraré con amor.
Nosotros no somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan sus almas.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México