“LOS CUERPOS DE USTEDES SON MIEMBROS DE CRISTO”.
Hermanos: En cambio el cuerpo no es para el sexo, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo.
Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros con su poder.
¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo?
En cambio, el que se une al Señor se hace un solo espíritu con él.
Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Cualquier otro pecado que alguien cometa queda fuera de su cuerpo, pero el que tiene esas relaciones sexuales peca contra su propio cuerpo.
¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí mismos.
Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México