“JESÚS SE LLENÓ DE JÚBILO EN EL ESPÍRITU SANTO”.
En ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: “Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad.
Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a conocer.
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven!”
Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México
OLVIDAMOS nuestras faltas con mucha facilidad, cuando solo la conocemos nosotros mismos.