“TODA LA CREACIÓN ESPERA LA REVELACIÓN DE LA GLORIA DE LOS HIJOS DE DIOS”.
Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestarse.
Algo entretiene la inquietud del universo, y es la esperanza de que los hijos e hijas de Dios se muestren como son.
Pues si la creación se ve obligada a no lograr algo duradero, esto no viene de ella misma, sino de aquel que le impuso este destino. Pero le queda la esperanza;”
porque el mundo creado también dejará de trabajar para que sea destruido, y compartirá la libertad y la gloria de los hijos de Dios.
Vemos que la creación entera gime y sufre dolores de parto.
Y también nosotros, aunque ya tengamos el Espíritu como un anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos en nuestro interior mientras esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México