“DIOS LE DARÁ EL TRONO DE SU PADRE DAVID”.
El Señor se lo juró a David, verdad de la que no se desdecirá: “Del fruto de tus entrañas pondré a alguien en tu trono.
Si tus hijos guardaren mi alianza y mis testimonios que les he enseñado, también sus hijos para siempre se sentarán en tu trono”.
Y el Señor escogió a Sión, quiso que fuera su residencia:
Aquí está mi descanso para siempre, en ella moraré, pues yo lo quise.
Allí haré brotar un cuerno para David, allí pondré una lámpara para mi ungido.
Cubriré de vergüenza a sus enemigos, mientras sobre él brillará su diadema”.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México