Acto de Reparación.
IV. Reparad por los Sacerdotes que están poseídos por la soberbia y la codicia.
Inmaculado Corazón de María:
Carísimos hijos: la oración reparadora es una urgencia en estos tiempos, tiempos en los que a lo bueno se le llama malo y a lo malo, bueno; tiempos de terrible confusión en los que los hombres andan de un lado para otro por el prurito de oír novedades, tiempos en los que mis hijos predilectos están abocados a diversas tentaciones; tentaciones que ponen en alto riesgo su ministerio, tentaciones que de momento dan holgura y aparente felicidad pero al poco tiempo crean en el espíritu: desazón y abatimiento profundo; tentaciones que son el colapso a una vocación celestial como es la del sacerdocio y de la vida consagrada.
Ayudadme, pues, en esta tarea extraordinaria de abogar por todos los sacerdotes y religiosso, almas que han sido llamadas a subirse a la barca y remar mar adentro hasta sumergirse en los manantiales de aguas puras del Sacratísimo Corazón de Jesús. Almas que por su estado especial en la Iglesia deben ser luz, luz que ilumine el camino del rebaño entregado a su cuidado, rebaño asediado de fieras salvajes que las quieren destruir, rebaño que requiere ser alimentado con la sana doctrina, rebaño que camina tras las huellas de su Pastor.
A vosotros os amo de manera especial, porque voluntariamente habéis respondido a mis súplicas. Os unisteis a mi Ejercito Victoriosos de almas víctimas, no escatimáis en sacrificios, ni en oración; vuestra mayor preocupación es la conversión y salvación de mis sacerdotes; lleváis a cada uno de mis hijos predilectos en vuestro corazón, corazón que arde en fuego de Amor Santo y Divino por cada uno de, éstos, mis pequeños; corazón que gime de dolor cuando uno de mis pequeños cae en el pecado porque sabéis de su dignidad, de la gran tarea que tienen en sus manos porque en cada uno de ellos veis a Cristo a pesar de sus limitaciones.
Reparad por los sacerdotes soberbios, sacerdotes que no tienen en cuenta que Jesús descendió a la tierra a servir y no a ser servido.
Reparad por los sacerdotes poseídos por el espíritu de la codicia, espíritu que los lleva a atesorar riquezas en forma desmedida, espíritu que los lleva a abandonar lo más importante de su ministerio: la salvación de las almas, almas conferidas desde el mismo momento de su ordenación sacerdotal.
Uníos, pues, hijos míos a este gran sufrimiento de mi Inmaculado Corazón. Corazón que no cesará de llorar hasta el día que vuelvan a mi regazo maternal.
Alma víctima:
Santísima Virgen María, protectora de los sacerdotes: gracias os doy por llamarme al Aposento de Reparación Sacerdotal. Aposento que deseáis expandir en todos los lugares de la tierra; Aposento integrado por almas caritativas y buenas que se unan a vuestra misión de salvar las almas de vuestros amadísimos hijos, los sacerdotes; Aposento que exige asidua oración, ayuno, penitencia y sacrificio; Aposento que atraerá a las moradas de vuestro Inmaculado Corazón, a los sacerdotes que estén en alto riesgo de perderse. Aposento que hará de cada uno de sus miembros lámparas del Amor Divino. Aposento que menguará las fuerzas de Satanás contra vuestros hijos predilectos; Aposento que pide ofrecer la vida a Jesús, Víctima Divina, a favor de cada una de estas almas privilegiadas que escucharon la voz del Maestro que les llamaba a seguirle para hacerlos pescadores de hombres.
Santísima Virgen María, protectora de los sacerdotes: tomad en vuestras purísimas manos los nombres de los sacerdotes que han desertado de la verdadera Iglesia y presentádselos a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote; interceded por ellos, pedidle a vuestro Divinísimo Hijo que tenga compasión de ellos, que los atraiga nuevamente al rebaño de verdes pastizales y manantiales de aguas frescas.
Santísima Virgen María, protectora de los sacerdotes: os pido por los sacerdotes soberbios; revestidlos, madre amada, de la humildad que adornó vuestro Inmaculado Corazón, virtud excelsa que dará grandeza a vuestros hijos predilectos, virtud excelsa que los abajará hasta el punto de reconocerse nada, virtud excelsa que los llevará a sentirse los más pequeños entre los pequeños.
Santísima Virgen María, protectora de los sacerdotes: os pido por los sacerdotes ambiciosos y codiciosos, desatadlos de las cosas fugaces y triviales del mundo, despertando en ellos el deseo por los bienes celestiales.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que caminan por sendas equivocadas.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que han perdido sentido a su vocación.
R/ Reina de las víctimas y madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que han caído en la tentación.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que ya no buscan a Dios.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que no viven los consejos evangélicos en su plenitud.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que están más ocupados en las cosas del mundo que en los asuntos del Cielo.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que llevan una doble vida.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos con deseos de fama y de poder.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que toleran actos pecaminosos.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que reciben el Cuerpo y la Sangre de Jesús indignamente.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que han abandonado la Iglesia.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que son débiles para profesar su fe.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que ahondan, aún más, la espada de dolor que atraviesa vuestro doloroso Corazón.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que sacan de la verdadera doctrina a los fieles de la Iglesia.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que son causa de vuestras lágrimas de sangre.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que no cumplen con sus obligaciones propias de su estado.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que no muestran reverencia por la Sagrada Eucaristía.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que poco te aman.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que tienen sed de vanagloria y aprecios humanos.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que utilizan los confesionarios para activar malas pasiones.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos apegados a lo que no es el fin santo de su vocación.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que carecen del espíritu de mortificación y amor a la cruz.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos endurecidos que no limpian su corazón del mundo y de la carne.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.
V/ Inmaculado Corazón de María, ruega por todos aquellos sacerdotes y religiosos que manifiestan poco respeto por sus superiores.
R/ Reina de las víctimas y Madre de los sacerdotes, sálvalos.