Billete Celador -Un mensaje para Ti Guardia de Honor-
La Profecía de Simeón…
Su padre y su madre estaban admirados de lo que decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: “Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción
-¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! –
a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones”.
Había también una profetisa, Ana hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada. Casada en su juventud, había vivido siete años con su marido, y luego quedó viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios de noche y día en ayunos y oraciones. Presentándose en aquella hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Lucas 2, 33-40
San Ambrosio: las palabras de Simeón significan que Jesús fue causa de ruina para muchos israelitas, los cuales, obstinadamente, no quisieron reconocer en Él al Mesías prometido, lo persiguieron y renegaron de Él.
También hoy en día Jesús es objeto de odio para sus enemigos y de amor para los que creen en Él.
Jesucristo nuestro Señor, al hacerse hombre nos ha mostrado el camino de la perfección, de la santidad, él nos ha anunciado que: “Dios es un Dios de paz”, pero, sus Palabras, su forma de vida y enseñanzas traen fuego e inquietud a nuestro corazón; Jesús nos enseña a ser manso y humilde de corazón, en cambio el nuestro esta hinchado de grandeza y de soberbia, lleno de sabiduría humana; ha proclamado, ser el Camino, la Verdad y la Vida, y promete conducirnos por sendas de amor, justicia, de plenitud, de gracia… mientras nosotros obstinados en hacer nuestra voluntad caminamos por sendas que van en dirección opuesta, entre mentira y muerte, eligiendo una vida de sufrimiento. Él es la Luz del mundo para que quien crea en Él no camine en tinieblas, y su Palabra es verdadera luz que guía nuestra vida y sin embargo pocos buscamos su luz. Es un Dios de amor y no le creemos pues muchos vivimos apartados de Él… Él es el nuestro Salvador y lo ha dado todo, hasta la propia vida por nosotros y sin embargo, no buscamos ser salvos… Para muchos sus palabras son motivo de escándalo y perdición; mientras para otros ha sido motivo de gloria, gozo y alegría, pues, su fe y esperanza en Él los ha llevado a olvidarse de sí mismos para abandonarse en Él y a entregar su vida al servicio de Dios y de los demás.
Las Palabras de Jesucristo están llenas de tal fuerza y poder que son capaces de descubrir las intenciones del corazón.
El pueblo tiene a Dios sólo en la boca y sigue su camino sin prestar siquiera atención a la presencia de Dios.
Jesús nos descubre una forma de vida en las Bienaventuranzas.
¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: “Tengo Fe”, si no tiene obras? ¿Acaso podría salvarle la fe? Santiago 2,14
Creer a Dios significa escuchar y obedecer; la fe comienza por la escucha de la Palabra y la escucha se convierte en obediencia. Abraham no se limito a escuchar lo que Dios le comunicaba sino que lo puso en práctica y obedeció todo cuando le indico. La santísima Virgen María al escuchar el anuncio del ángel contesto “He aquí la esclava del Señor…”
Dios nos habla al corazón también a nosotros, pero pocas veces le escuchamos pues nuestra vida esta llena de preocupaciones, necesidades… ruidos que no le permiten escuchar, el hombre necesita tranquilizar el corazón y llenarlo de paz y de amor.
La Obediencia es camino de perfección.
La obediencia a Dios es uno de los deberes supremos de los hombres porque Él es el Hacedor y los hombres dependen de su bondad. La obediencia a Dios debe hacerse de corazón, en todas las cosas y en todo lugar, también se le debe obediencia a los padres.
Y llegando a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen. Hebreos 5,9
Esta perfección traza la línea en la que se desarrolla toda la vida cristiana, Él fue obediente al Padre, pudo haber elegido otro camino y sin embargo experimento el sufrimiento y el sacrifico de sí mismo por sus hermanos. Así también todas aquellas personas que buscan la perfección espiritual a través de la meditación y de la ascesis, la experiencia tarde o temprano confirma el ejemplo que enseña aquel que busco la salvación definitiva. Es decir no hay otro camino espiritual sino el de Jesús para poner fin al “Yo” para centrarnos en Dios.
Quien alcanza la perfección no espera más que la resurrección.
Todo lo puedo en Aquel que me da fuerzas. Filipenses 4,13
Es una expresión muy hermosa de pobreza evangélica, Jesús dice “donde está tu tesoro allí estará tu corazón” y Pablo ya no tiene más tesoro que a Cristo por lo que, poco le importa la abundancia o escasez con tal de conservar su tesoro.
Las palabras de san Pablo nos muestran a una persona de vida contemplativa. La contemplación es un Don, es camino y una manera de conocer a Dios, de ser guiados y transformados por Él, en la que el individuo ya no se pertenece más a si mismo. Lo esencial de la contemplación es que Dios se hace dueño de nuestra libertad.
Simeón un varón justo y temeroso de Dios, seguramente un hombre contemplativo que a través de los signos pudo darse cuenta de la presencia de Jesús y sus padres, su obediencia a las mociones del Espíritu santo lo llevo a contemplar al Mesías y a exclamar: podía morir en paz por la dicha de haberle conocido aunque fuera por unos instantes al Salvador. Había también una profetisa llamada Ana que servia a Dios con ayunos y oraciones, a veces pensamos que el servicio solo es externo, pero aquí la Palabra nos enseña que la vida de la Iglesia necesita de personas contemplativas, que llenas de fe y amor a Dios eleven alabanzas, que intercedan por las necesidades de los demás y que con ayunos ofrecidos por amor, nuestros ministerios se fortalezcan en la unidad, en la fe y en la esperanza.
Simeón y Ana son ejemplos de fe y vida espiritual, ellos poseían a Dios, el más grande Tesoro que puede poseer el hombre.
¿Consideramos nosotros a Cristo como nuestro mayor Tesoro?
¿Nosotros también como la profetisa Ana servimos a Dios de día y de noche, sin apartarnos de Él?
¿ Qué tanta obediencia tenemos a Dios, para ser signo de contradición?
Todo discípulo de Jesucristo es también signo de contradicción
San Agustín, “quien cree en Cristo, espera en Cristo y ama a Cristo”.
Oremos para que estemos siempre atentos y en busca de escuchar a Dios especialmente en su Palabra y en la oración, y así como nuestro padre Abraham y la santísima Virgen María demos siempre una respuesta de obediencia a la Voluntad de Dios.
Tratemos de ser constantes en la meditación de la Palabra y en nuestra fidelidad a Dios.
Oremos por las necesidades del P. Eduardo Contreras.
Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Rafael, P. Martin Tafolla, P. Arturo Espinoza Rico, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González, P. Juan María Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, Párroco Tomas M. Zielinski por todos los seminaristas en especial por Francisco Idalino Servin Medina, Diego Antonio Álvarez Ibarra, Emmanuel Ayala, Alfredo Moreno, Miguel Ángel Arellano del Río, por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes, Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, todos los Servidores de la Iglesia.
Oremos por todos los enfermos del mundo en especial por: Tere Arvizu, niña Regina Aldana (grave) Salvador Núñez (Parkinson) Ricardo Carrera (cuadripléjico) Teresa Pliego (fractura de Fémur) Luz Estela Giraldo ( Leucemia) Hernán Stoever (corazón) Vicky Aranda (fractura de fémur) Maggi Goytortua, Paquita Ramírez (insuficiencia renal) Marcela Ruiz Jimeno (cáncer pelvis) Ana, Sra. Carmencita Cáceres (tumor cerebral) Álvaro Ruiz Xar (infección urinaria) Lierni Esteve (grave) Enelido (grave) Alexa Rosalía(bacteria) José Granados, Gabino Alcocer 8coma) Jesús Alcocer (ojos) Sandra Dionisio, Mauricio Andrés Pena (esquizofrenia) Mirna Ignacia Paniagua, Carol (hospitalizado) Tina Márquez (rodillas) Gela Meza(columna). María y Magdalena Durán, Sr. Aro Gutiérrez Rizo (grave) Esperanza Asencio Magallanes (grave) Miriam Adriana y Martin Cortés Padilla, Francisco Muñoz, Arturo Elizondo, Elías Hernández, Diana García, Eloíza Hernández, Raquel, Angelina y Alfredo Hernández herrera, Isaac A. Prado, Hugo Alberto A. Felipe de Jesús Delgado, Beatriz Fernández, Angélica Zermeño, Luis y Enrique, Imelda Hernández, Imelda Muñoz, Carmen Muñoz, Jesús Muñoz, Jorge García, Imelda Mújica, Dra. Andrade (cáncer tiroides), Martha Manzano, Emilio Ruiz, Rosa María Balderas M. Betty Meza (cadera), Rebeca Muñoz, Victoria Solís, Bertha Solís, Hermana Angélica Mosqueda, Eusebio Mosqueda (cáncer)
Oremos por todos nuestros fieles difuntos en especial por Mercedes Castañeda Villa y por todas las almas del Purgatorio.
Oremos por el éxito de la Misión continental.
Oremos por la paz en México.
¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!
muchas racias y bendiciones a todos,ademas nos unimos mi esposa y yo por todas las interseciones, nuestros hermanitos enfermos, animo.que DIOS les de Fortalea,y alegria.para soportar las penas de los familiares. amen