SAN DIONISO DE PARIS
Etimológicamente significa “consagrado a Baco”. Viene de la lengua griega.
Su vida se enmarca en el siglo más sangriento de las persecuciones de Diocleciano contra los sencillos seguidores de Jesús de Nazaret. Cayeron a millares pero también se multiplicaron mucho más, precisamente por el valor que demostraban al morir por la causa digna de su fe en Cristo.
Fue el primer obispo de París y murió mártir en el año de 265 ó 270. Los discípulos y admiradores cristianos lo enterraron en la basílica que lleva su nombre, un obispo que supo ganar el cariño y respeto de los demás con su martirio.
Cuentan la historia que, al cortarle la cabeza en Montmartre – cuando está se desprende caen la parte más alta de París – fue rodando hasta la misma iglesia..
Hay una biografía titulada que nos puede dar certeza de las narraciones tradicionales “La vida de santa Genoveva”. Esta le profesaba una sentida y profunda devoción al santo mártir. Este libro data más o menos del año 520.
Hay otro libro que habla igualmente de los hechos de su martirio y de sus compañeros. En él narra que la gente le quería tanto que su culto llegó pronto hasta Burdeos, siempre quién es fiel a la empresa de Jesús sale avante.
Por el mismo tiempo el historiador Gregorio de Tours cuenta que en el año 250 el Papa había enviado a san Dionisio a Francia con otros seis obispos para anunciar la Buena Nueva del Evangelio de Cristo el Señor.
Desde el siglo VII, en que se fundó una abadía con su nombre, su fama se fue extendiendo por todos sitios.
Desde el año de 835, el abad de este monasterio tuvo tanta fe en él que no dudó lo más mínimo en extender su devoción por todo el Occidente.
A san Dionisio se pueden aplicar las palabras de otro santo francés muy posterior:<