Primera Consagración de Santa Margarita María Alacoque al Sagrado Corazón de Jesús.
Yo ofrezco al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo mi persona, mi vida, mis acciones, penas y sufrimientos, y no quiero servirme de ninguna parte de mí ser, sino para amarle, honrarle y glorificarle. Esta es mi voluntad irrevocable; pertenecerle en absoluto y hacerlo todo por su amor, renunciando de corazón a cuanto pueda desagradarle. Te elijo, ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Por el único objeto de mi amor, el protector de mi vida, el áncora de mi salvación, el remedio de mi fragilidad e inconstancia, para que seas el reparador de todos mis defectos y mi seguro asilo en la hora de mi muerte, Sé, pues, ¡oh bondadísimo Corazón mi justificación con Dios Padre y aparta de mí el rigor de su justa indignación, ¡Oh Corazón amoroso! En Ti únicamente espero y confío; porque todo lo temo de mi debilidad y malicia, más todo lo espero de tu misericordia. Aleja, pues, de mí cuanto se te resista y te desagrade, y haz que tu purísimo amor se imprima tan profundamente en mi corazón, que jamás pueda olvidarte ni separarme de Ti
Te suplico por tu misma bondad, escribas mi nombre en Ti mismo, puesto que mi dicha y mi gloria quiero cifrarla en vivir y morir como esclava tuya.
Amén.