Salmo 115 (116). Miércoles 27 de Marzo de 2013.
“POR TU BONDAD, SEÑOR, SOCÓRREME”.
Por ti fue que soporté el insulto, y la vergüenza me cubrió la cara;”
me volví como un extraño a mis hermanos, un desconocido para los hijos de mi madre.
El celo por tu casa me devora, los insultos de los que te insultan recaen sobre mí.
Tanta ofensa me ha partido el corazón, mi vergüenza y confusión son irremediables.
Esperé compasión, pero fue en vano, alguien que me consolara, y no lo hallé.
En mi comida me echaron veneno, y para la sed me dieron vinagre.
Celebraré con un canto el nombre de Dios, proclamaré sus grandezas, le daré gracias.
Vean esto, los humildes, y regocíjense.
¡Reanímense, los que buscan al Señor!
Pues el Señor escucha a los pobres, no desdeña a los suyos prisioneros.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México