La arquidiócesis de León celebra junto con  su pastor arzobispo Alfonso Cortés Contreras la continuidad de la evangelización en la Iglesia.

La arquidiócesis de León celebra junto con su pastor arzobispo Alfonso Cortés Contreras la continuidad de la evangelización en la Iglesia.

La arquidiócesis de León celebra junto con  su pastor arzobispo Alfonso Cortés Contreras la continuidad de la evangelización en la Iglesia.

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 En un magno evento la feligresía de la arquidiócesis de León Guanajuato Salió al encuentro de su pastor; es el segundo arzobispo que tiene la arquidiócesis de León; desde su arribo  al aeropuerto internacional de Guanajuato comenzó la experiencia del arzobispo Alfonso  Cortés Contreras que fue recibido por fieles católicos de escuelas e institutos católicos así como vehículos con globos en color amarillo y blanco, los medios de comunicación y los organizadores lo recibieron para trasladarse al  primer punto de reunión.

 Las vallas de files se concentraron hacía el Poliforum de la ciudad donde celebró la santa eucaristía multitudinaria acompañada por varios obispos, sacerdotes del país, consagrados, laicos,  fieles y medios de comunicación, ahí recibió del Nuncio apostólico Christophe Pierre lo que se conoce como “Bula” que es el nombramiento que el Papa Benedicto XVI emitió para su asignación lícita como arzobispo de la arquidiócesis.

 De igual manera que el Papa Francisco su enmienda se encamina al servicio del pueblo: “Yo quiero hacer dos cosas: Servir y ser un factor de unidad en esta arquidiócesis”, palabras que hoy son el fundamento de la Iglesia urgida de una evangelización de los bautizados y de los no bautizados, además la atención a su crecimiento y plenitud como creyentes y desde luego la unidad tanto de la Iglesia como ecuménicamente.

 El arzobispo Alfonso Cortés continuó con palabras  que sostienen lo anterior. “Es un orgullo iniciar mi servicio ante ustedes en el Año de la Fe, en el comienzo del ministerio de Su Santidad el Papa Francisco”; el Emérito arzobispo don José Guadalupe Martí Rábago quién también celebró la toma oficial de don Alfonso Cortés Contreras, en su trabajo realizado en la arquidiócesis se esforzó para que la nueva evangelización y la unidad entre la arquidiócesis con el resto del país fuera el icono de su servicio; en una de las campañas aplicadas en el PDP como lo fue la Pastoral social se buscaba inmiscuir a todos los sectores para lograr fomentar una arquidiócesis con calidad de vida, ahora le corresponde al arzobispo Alfonso Cortés fortalecer aún más los planes diocesanos.

 Prosiguiendo el protocolo, el Arzobispo Emérito de León, José Guadalupe Martín Rábago, le dio la bienvenida e hizo hincapié que su sucesor haya elegido el cordero como su escudo Arzobispal; símbolo de la fe y el sacrificio que distinguirán y  marcarán su pastoral. Un hecho interesante, fue sin duda el que se haya encomendado a la patrona de la arquidiócesis la virgen de la luz: “Ayúdeme a cumplir está vocación y misión” fueron las palabras de don Alfonso Cortés Contreras elevadas a nuestra madre santa.

 El padre Pascual López Márquez, canciller de la Diócesis de León, leyó la bula o documento en el que el Papa  dio a conocer el nombramiento del nuevo Arzobispo. Mencionado en el segundo párrafo, la bula fue presentada al Nuncio Apostólico y a los demás obispos, al Colegio de Consultores y a toda la asamblea.

Se entregó  al Nuncio el documento del nuevo Arzobispo y al término de la lectura la asamblea dio gracias a Dios y celebró el acontecimiento. El arzobispo dio las gracias a las autoridades civiles, a la alcaldesa Bárbara Botello y el gobernador Miguel Márquez y personalidades, ofreció su colaboración y resaltó la urgencia de “ayudar a restablecer la justicia social, en la caridad y promover la educación, y la cultura entre muchas otras tareas”. Saludó a los presbíteros, religiosos y religiosas, seminaristas y fieles laicos quienes acudieron a la santa eucaristía en el  Poliforum, así como grupos de invitados de Cuernavaca y de Monterrey, Nuevo León. La ceremonia litúrgica  duró aproximadamente tres horas y que fue encabezada por el Arzobispo Emérito José Guadalupe Martín Rábago, ante la presencia de poco más de 500 sacerdotes, que iniciaron la ceremonia eucarística con una gran procesión.

 En una gran solemnidad se llevo a cabo el juramento, juramento de fidelidad a la Santa Iglesia y la Santa Sede. “Formaré la disciplina común de la Iglesia, así como la observancia de todas las leyes eclesiásticas, en primer lugar de aquellas contenidas en el Código de Derecho Canónico”. “Me mantendré vigilante para que no se introduzcan malos usos, especialmente en la predicación de la palabra y en la celebración de los sacramentos”, aseveró en el juramento. También se llevó a cabo la renovación de promesas episcopales por parte de los sacerdotes que lo acompañaban.

 La arquidiócesis de León se llenó de esperanza ante las palabras que pueden catapultar su ministerio: “Todo esto exige de nosotros una vida digna e irreprochable; voluntad de comunidad eclesial y cultura del esfuerzo, y será realidad, como dijo el Papa Francisco, cuando tengamos el coraje de caminar ante el Señor”. Hoy la Iglesia ve hacía el futuro, y pone toda su confianza en el arzobispo Alfonso Cortés Contreras y más aún, su esfuerzo y su fe en un objetivo: “Qué todos nuestros hermanos conozcan a nuestro Señor Jesús” y vivan su reino.

 

 

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