El santo del día.
SANTA CATALINA LABOURÉ.
Etimológicamente significa “ casta, pura”. Viene de la lengua griega.
Nació en Francia, en el año de 1806. Nace en el seno de una familia campesina, ella es la octava de diez hijos, a los 8 años queda huérfana la recogió una tía suya y vivió en San Remy.
A los 18, tuvo que regresar a la granja para que su hermana pudiese entrar en las Hijas de la Caridad de San Vicente PaulComo su hermana mayor profesó en la filas de San Vicente de Paúl, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre en pocas palabras asume todos los papeles de una casa.
A pesar de todo el trabajo que tenía, no dejaba ningún día de visitar la capilla ante el Señor. Eran tiempos duros porque después de la Revolución el clero había descendido mucho para poder atender las necesidades pastorales de tanta gente.
En el año de 1824 comenzó a estudiar con una prima. Se empieza a revelar lo que en el futuro le esperaba. En el año de 1830 se fue ingresa a la Casa Madre de estas religiosas, calle du Bac, en París.
Tuvo otro sueño o visión en el que el Niño Jesús le decía: “He aquí la Virgen María. Di un salto y me puse de rodillas ante el altar y con la manos apoyadas en las rodillas de la Virgen”.
Con la guía de su asistente espiritual caminó firme en la fe, su trabajo generoso hacía los demás no demoró en dar frutos. Ella aumentaba su oración día a día, además de su trabajo normal que realizaba en la orden. En otra de sus visiones contempló a la Virgen que desprendía de su cuerpo símbolos de su amor para con los hombres.
La directora del seminario en donde estudiaba, dijo de ella: “Era una joven fuerte, de talla mediana. Sabe leer y escribir. Su carácter es bueno. No es una inteligencia brillante, pero es piadosa y anhelante por alcanzar la perfección”.
Cuando le encomendaron otros menesteres su vida se fue apagando. Sus restos descansan en la Casa Madre de la calle Bac. Murió en 1876.