2a lect. De la carta a los Hebreos 7,23-28. Domingo 4 de Noviembre de 2012.

2a lect. De la carta a los Hebreos 7,23-28. Domingo 4 de Noviembre de 2012.

2a lect. de la carta a los Hebreos 7,23-28. Domingo 4 de Noviembre de 2012.

“JESÚS TIENE UN SACERDOCIO ETERNO, PORQUE ÉL PERMANECE PARA SIEMPRE”.

Los sacerdotes anteriores se sucedían el uno al otro porque, siendo mortales, no podían permanecer.
Jesús, en cambio, permanece para siempre y no se le quitará el sacerdocio.
Por eso es capaz de salvar de una vez a los que por su medio se acercan a Dios. El sigue viviendo e intercediendo en favor de ellos.
Así había de ser nuestro sumo sacerdote: santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos.
A diferencia de los sumos sacerdotes, él no tiene necesidad de ofrecer diariamente sacrificios, primero por sus pecados, y luego por los del pueblo. Y para el pueblo no lo hizo sino una sola vez ofreciéndose a sí mismo.
Así, pues, todo es insuficiente en los sumos sacerdotes que la Ley establece, mientras que ahora, después de la Ley, Dios habla y pronuncia un juramento para establecer al Hijo eternamente perfecto.

Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México

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