Yo Jesús, estoy allí donde irradia la santidad y se difunde la caridad.
Hora Santa
Parroquia de San Pío X
Se reza la Estación del Santísimo Sacramento…
Buen Dios en este día queremos poner toda nuestra confianza en ti, renovar en nuestro interior el amor y abrirte nuestro corazón para que nos des la caridad para obrar con ella en todo momento y así Tu te manifiestes en nosotros y a través de nosotros. Amén.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 35. 37-39 De pie.
Hermanos ¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La Espada?
Ciertamente de todo esto salimos más victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Releemos en silencio y compartimos la frase que más nos agrade.
Canto
///El amor de Dios es maravilloso/// Grande es el amor de Dios
Tan alta que no pueda estar arriba de el
Tan bajo que no pueda estar debajo de el
Tan ancho que no pueda estar afuera de el
Grande es el amor de Dios.
Los cuadernos 1944
María Valtorta.
Dice Jesús: “Esta dicho: “Dios, porque amo infinitamente al hombre, le amo hasta la muerte”.
Los más verdaderos entre mis adeptos no son y no han sido diferentes de su Dios y siguiendo su ejemplo y para su gloria, a Él y a los hombres han prodigado un amor inconmensurable que va hasta la muerte.
Ya te he dicho que la muerte de Inés tiene, como la de Teresa, un único nombre: Amor. Ya sea la espada o la enfermedad la causa aparente de la muerte de estas criaturas, que supieron amar con esa “inmensidad” relativa de la criatura que es la copia menor de la “inmensidad” perfecta de Dios, el único y verdadero agente es el amor.
Una sola palabra bastaría como epígrafe para estos “santos” míos. La que se usa para Mi: “Dolexit”. Amó. Amaron la adolecente Inés y la joven Cecilia, diacono Lorenzo, amó Julia, la esclava, amó el maestro Casiano, amó el carpintero Rufo, amó el pontífice Lino, amó el Cándido cuadro de las vírgenes, el tierno prado de los niños, la dulce fila de las madres, la viril de los padres y la férrea cohorte de los soldados y la sacerdotal procesión de los obispos, de los pontífices, de los clérigos, de los diáconos, amó la humilde de los esclavos, doblemente redimida.
Amó esta, mi purpurea corte, que en medio de los tormentos profesó mi doctrina. Y amaron, en épocas más serenas, los innumerables consagrados de los claustros y los cenobios, las vírgenes de todos los conventos y los héroes del mundo que, aún viviendo en el mundo supieron hace que el amor fuera clausura para el espíritu, de modo que éste viviera amando únicamente al Señor, por el Señor y a los hombres, a través del Señor.
Amó. Esta pequeña palabra que, sin embargo, es más grande que el universo porque en su brevedad encierra la fuerza más fuerte de Dios, la característica más característica de Dios, el poder más potente de Dios; esta palabra – cuyo sonido ultra terreno define una vida ya vivida, colma de si todo lo creado y estremece de admiración a la humanidad y de júbilo a los Cielos – es la llave que abre, el secreto que explica la resistencia, la generosidad, la fuerza, el heroísmo, de tantas y tantas criaturas que, por edad o ambiente familiar o posición social, parecían las menos adecuadas para tal perfección heroica. Pues si no causa estupor que Sebastián, Alejandro, Mario, Expedito, por Cristo hayan sabido desafiar a la muerte, así como habían sabido desafiarla por César, causa estupor que seres apenas adolecentes, como Inés o madres amorosas, hayan sabido despojarse de la vida entre tormentos y hayan aceptado, como primer tormento, el de desprenderse del abrazo de los parientes y de los hijos, llevadas por el amor hacia Mi
Más a esta generosidad divina del Dios amor. Yo soy El que les da fuerzas a estos héroes míos y a todas las víctimas del martirio incruento pero prolongado y no menos heroico. Yo me convierto en fuerza dentro de ellos. Yo soy El que infunde fuerzas a la adolecente Inés como al viejo decrepito, a la joven madre, como al soldado, al maestro, como al esclavo y a lo largo de los siglos, a la que vive en el claustro como al estadista que muere por la fe, a la victima ignorada como al adalid del espíritu.
No encontrareis en el fondo del corazón de estos mártires y en sus labios más que esta preciosidad y este sabor: “Jesús. Yo Jesús, estoy allí donde irradia la santidad y se difunde la caridad.
Releemos en silencio y oramos espontáneamente de acuerdo a lo que leímos.
Canto.
///Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es
Nadie como Tu, bendito Dios, grande es tu fidelidad//
Oremos a María Santísima.
Madre llena de amor, te pedimos que estés siempre con nosotros y nos enseñes a vivir bajo la caridad que nos muestra a Cristo en su sentir, su pensar y su actuar, que podamos ser capaces de manifestar Caridad a todos los que viven a nuestro alrededor especialmente a aquellos que no nos aman y que no amamos. Amén.
1er. Misterio. Yo soy la Caridad de Dios, el canal de amor entre el Padre y el Hijo, el canal de caridad entre Dios y los hombres. Soy libre, soy fértil, me encamino y circulo, distribuyo y recojo, disemino y concentro.
Pidamos discernimiento para nuestra comunidad parroquial y por todas nuestras necesidades.
2do. Misterio. Por Mi el Eterno esta en vosotros. Por Mi vosotros estáis en el Eterno. Soy la Fuerza inicial y seré la última Fuerza. Soy la Fuerza eterna.
Pidamos discernimiento para nuestra comunidad parroquial y por todas nuestras necesidades.
3er. Misterio. Todo terminara más Yo no terminaré. Mi vivir y mi reinar son eternos porque Yo soy la Perfección de las perfecciones de Dios y la Perfección de las perfecciones del hombre. Cuando ya nada sea necesario al hombre, porque ya no existirá el tiempo ni la pobre vida, ni carne, ni exilio, porque solo existirán eternidad y espíritu.
Pidamos discernimiento para nuestra comunidad parroquial y por todas nuestras necesidades.
4to. Misterio. Cuando nada deba hacer Dios, incansablemente, a favor de lo creado, porque de todo lo creado quedará solamente el Cielo con sus eternos – y entonces ya completos – habitantes, Yo existiré aún. Yo existiré. Yo existiré.
Pidamos discernimiento para nuestra comunidad parroquial y por todas nuestras necesidades.
5to. Misterio. Y entonces los “vivos” que ya ahora me comprenden, me comprenderán totalmente y de esta total comprensión derivará su júbilo sobrehumano, porque comprenderme totalmente quiere decir comprender a Dios y su misterio trino. O sea, quiere decir conocer a Dios perfectamente y permaneces absorto, eternamente, en el éxtasis de este conocimiento.
Pidamos discernimiento para nuestra comunidad parroquial y por todas nuestras necesidades.
Recemos la Coronilla de la Misericordia De rodillas o de pie.
Ofrezcámosla en acción de gracias por todos beneficios que recibimos día con día de nuestro santísimo Padre, oremos por todas nuestras necesidades.
Padre nuestro…Ave María… Credo…
En las cuentas grandes antes de cada decena.
Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amantísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.
En las 10 cuentas pequeñas de cada decena.
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Jaculatoria para rezarse al final de cada misterio.
Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Confiamos en Ti
Doxología final después de las cinco decenas.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero ( 3 veces)
Permanezcamos en Silencio unos momentos.
Escuchemos lo que nos dice el Señor:
“…ni criatura alguna podrá apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús.”
Reparemos el Corazón de Jesús
Que sufre por tanta indiferencia y por todos los sacrilegios cometidos a su presencia real en la Eucaristía, pidámosle nos permita acompañarlo este día para reparar su sufrimiento con nuestros actos de amor.
Repetimos 5 veces esta jaculatoria, para reparar su Corazón
Cuerpo y Sangre de Jesús, os quiero os amo y os adoro. Os pido
Perdón y misericordia por todos los sacrilegios cometidos.
Oremos todos unidos
Dame entrañas de misericordia para que sea liberal y generoso, no solo con
Mis parientes y amigos y con los que me hacen bien y de los que espero
Algún beneficio, sino con todos, hasta el punto de no rehusar nunca por amor
Tuyo, ni siquiera al enemigo, la caridad de la ayuda material o espiritual.
Entonces abundare en este optimo perfume y lo derramare no solo sobre tu cabeza y tus pies, sino sobre todo tu cuerpo que es la Iglesia.
S. Bernardo
Canto
Cuando miro tu santidad, cuando siento tu gran amor,
Cuando lo que me rodea se aclara con tu luz.
Encuentro gozo en mi corazón y tu reinas en mi voluntad
Cuando lo que me rodea se aclara con tu luz
///Te adorare, te adorare yo vivo por ti y te adorare//
¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!