Esta joven, falleció en el año de 1624 y cuyo nombre no es conocido en nuestra cultura occidental, le tocaron vivir tiempos difíciles, para hablar abiertamente con la verdad era muy complicado.
SANTA KETEVAN DE GEORGIA
Esta joven, falleció en el año de 1624 y cuyo nombre no es conocido en nuestra cultura occidental, le tocaron vivir tiempos difíciles, para hablar abiertamente con la verdad era muy complicado.
Era una época en la que el pueblo de Georgia se desgarraba por las luchas de sus dos poderosos vecinos: el imperio otomán y la Persia del Shah Abbas el Grande.
Los príncipes habían sido bien educados pero habían recibido la educación en Persia.
La princesa Ketevan vio salir a su hijo para Persia. Se sabe por la historia de aquellos lejanos territorios que llegó el hijo a ser rey.
Sin embargo con sus propios ojos vió cómo los persas invadieron su reino. Lo destrizaron todo, expulsaron y dieron muerte a la población sin pedir cuentas a nadie.
Ketevan cogió el camino y se dirigió a Persia con sus dos nietos. La finalidad de su viaje era convencer al shah de que dejara tranquilos a sus habitantes de Georgia y que les diese la libertad y no los tuviese arrestados.
La reacción del shah fue terrible. Mató al mayor y al segundo logró que enloqueciera.
Ketevan rechazó hacerse musulmana. Por esta razón fundamentalista tuvo que sufrir muchos castigos. La quemaron viva. Y de esta forma murió mártir.
