Etimológicamente significa “el más glorioso”. Viene de la lengua alemana.
Venceslao nació alrededor del año 907 en Stochov, cerca de Libusin fue un soberano checo y un nieto de la reina Ludmila la Santa de Bohemia. Hijo del duque de Bohemia. A la muerte de su padre dejó dos hijos: Venceslao, el heredero con sólo trece años, y Boleslao.
Mientras que llegaba a la edad adulta, la madre Dragomira, fungió de regente. No era cristiana y daba culto a los dioses que adoró el duque. Su regencia duró cinco años, y durante ellos se dedicó a perseguir ciegamente a los creyentes en Cristo Jesús. El mismo Venceslao, hijo heredero tenía que esconderse cuando quería participar en la Misa.
Cumplidos los 18 años, mandó construir iglesias, monasterios y ordenó que todos los sacerdotes que estaban desterrados volvieran a su patria.
Estas acciones fueron gratas a la gente y gano el aprecio y el amor de sus súbditos. Además, él era el primero en dar ejemplo con sus costumbres y su prudente y prestigioso modo de gobernar.
Su hermano, no compartía muchas acciones de él andaba pensativo y con el corazón lleno de odio. Solamente aguardaba el instante en que pudiese tener el poder.
Se unió al grupo de quienes no querían seguir la religión de Venceslao. Preferían continuar con los ritos y culto a los dioses paganos o falsos.
Cuando estaba en misa, Boleslao entró con este grupo de paganos. Y, en un acto de cobarde venganza, le dieron muerte a Venceslao el 28 de septiembre del año de 929.
Venceslao tenía la espada en sus manos y tenía la oportunidad de defenderse. Pero en lugar de hacer como su hermano traidor, dijo estas palabras:< < No seré fratricida. Te perdono>>.
Boleslao llegó a ser el rey que ocupó el trono con la intriga de su propia madre y de este grupo de facinerosos.
La bella nación Checa lo tiene como a su patrono ilustre, su héroe nacional. Sus restos reposan en la catedral de Praga.