¿Cómo hizo Dios a las mamás?
Dios, que decidió crear a las mamás, llevaba ya 6 días trabajando extraordinariamente, cuando un ángel se le presentó y le dijo:
Ángel: ¡Te afanas demasiado, Señor! Llevo días viéndote concentrado. ¿Qué haces?
¡¡¡Felicidades Mamá!!!
Él Señor respondió: ¡Una obra casi perfecta! Estoy haciendo a una mamá.
¡Vaya! Y ¿Es muy difícil?
Dios: ¿Acaso no has leído las cualidades que debe tener un ser humano?
Ángel: No Señor, no estoy enterado, y ¿Cuáles son?
Dios: esta creatura debe ser lavable de pies a cabeza, pero sin ser de plástico; llevar 180 piezas movibles para poder hacer mil cosas, pero todas reemplazables, pues no deberá parar nunca; funcionar a base de café negro y de las obras de comida. Poseer un rezago que desaparezca cuando se ponga de pie; un beso capaz de curarlo todo, desde una pierna rota, hasta un amor frustrado…y tres pares de brazos.
Y el Ángel confundido observo:
Ángel: ¿tres pares de brazos? ¡Eso es imposible! ¿Para qué?
Dios: Para que tenga tiempo de realizarse ella misma, pero que al mismo tiempo sea una gran madre, ama de casa. Pero no son las manos el problema, sino los tres pares de ojos.
Ángel: Eso, ¿Lo llevarán todas las mamás?
Y el Señor pacientemente explicó:
Dios: Si, necesitan, uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte ¿Niños., que andan haciendo? Aunque ya lo sepa muy bien. Otro, detrás de la cabeza, para ver lo que más le valiera ignorar, pero precisa saber, y desde luego, los de adelante para mirar a un niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra, sólo con la mirada “Te entiendo y te quiero mucho”
El Ángel tiro de la manga y advirtió mansamente.
Ángel: Vale más que te vayas a la cama, Señor. ¡Mañana será otro día!
Dios: No puedo, y además me falta poco. Ya le integre la capacidad de curarse así misma cuando se enferma; sabrá alimentar a una familia de ser con medio kilo de carne, sabrá persuadir a un chiquito de nueve años que haga la tarea y que cumpla con sus deberes, y tendrá la facultad de ser la fuerza en su hogar.
Lentamente, el Ángel dio la vuelta en torno al modelo maternal.
Ángel: Haz de disculpar mi comentario Señor, pero me parece demasiado delicado (dijo suspirando).
Dios: Pero es muy resistente, sólo aparenta ser frágil (dijo muy emocionado). ¡Imagínate, albergara en su vientre a cada hijo por nueve meses!, hasta que esté bien formado y luego… ¡No tienes idea de lo que sea capaz de hacer y sobrellevar. ¡Tendrá gran energía y fortaleza!
Ángel: ¿Y podrá además pensar?
Dios: ¡Claro!, pensar, razonar, y transigir.
Por último, el Ángel se inclinó y paso una mano por la mejilla de la modelo.
Ángel: Señor, ¡tiene una fuga de agua!
Dios: No, no es una fuga, es una lágrima.
Ángel: ¿Y para qué sirve?
Dios: ¡Para expresar gozo, aflicción, desengaño, pesadumbre, soledad y orgullo ¡! Son muestra de humildad, ternura y nobleza.
Ángel: ¡Eres un genio Señor, pensaste en todo;
Dios: Así es, ¡Es una obra casi perfecta!