2a lect. de la carta a los Hebreos 4,14-16;5,7-9. Día de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Viernes 6 de Abril de 2012.
“APRENDIÓ A OBEDECER Y SE CONVIRTIÓ EN LA CAUSA DE LA SALVACIÓN ETERNA PARA TODOS LOS QUE LO OBEDECEN”.
Tenemos, pues, un sumo sacerdote excepcional, que ha entrado en el mismo cielo, Jesús, el Hijo de Dios. Esto es suficiente para que nos mantengamos firmes en la fe que profesamos.
Nuestro sumo sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado.
Por lo tanto, acerquémonos con plena confianza al Dios de bondad, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.
En los días de su vida mortal presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; éste fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión.
Aunque era Hijo, aprendió en su pasión lo que es obedecer.
Y ahora, llegado a su perfección, es fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México