Magisterio y Misión Continental, oremos a nuestra Madre Santísima interceda por el exito de esta visita Papal.. Hora Santa
Parroquia de San Pío X
Canto Bendito, bendito sea Dios…
Se reza la estación del santísimo Sacramento…
Jesús Eucaristía, que siempre con la asistencia de tu santo Espíritu vas dirigiendo y conduciendo a SS Benedicto XVI, te pedimos que nos motives para que conozcamos las enseñanzas que él nos trasmite a toda la Iglesia a través de sus documentos, y sobre todo permite que seamos piedras vivas que participemos en la Misión Continental para anunciar el Evangelio y ser fieles testigos de lo que en nuestra persona y en las personas que nos rodean hemos visto al Espíritu obrar. Amén.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 14-18
Por último se apareció a los Once cuando estaban a la mesa. Les reprendió su incredulidad y obstinación por no haber creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo:
Vayan por todo el mundo y proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad. Quien crea y se bautice se salvará, quien no crea se condenará. A los creyentes acompañaran estas señales en mi nombre expulsaran demonios, hablaran lenguas nuevas, agarraran serpientes, si beben algún veneno no les hará daño; pondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán.
Palabra del Señor.
Releemos en silencio y comparti
mos con voz alta la frase que más te agrada.
Su obra, su testimonio y su llamado.
El Papa Benedicto XVI, ha sido un hombre muy entregado a su vocación e inteligente, desde joven mostró un gran interés por el estudio. El Papa sigue el ejemplo de su Maestro y nos entrega grandes enseñanzas como profesor de diferentes universidades y en sus diversos escritos.
Sus escritos dejan ver su sensibilidad al amor de Dios manifestado en Jesús entendiendo la grandeza de Dios en la sencillez del pesebre de Belén y en la muerte en la Cruz. Ahí descubrimos como se derrocha su amor, suscitando la respuesta de fe que nos lleva al compromiso del amor y el servicio, ya que el ser humano sólo se encuentra a sí mismo cuando se siente amado y es capaz de salir al encuentro de Dios y de los hermanos, especialmente los más pobres y necesitados.
Sus obras y publicaciones son muchísimas, pues ha escrito sobre la escatología, liturgia, dogma, servicio, etc. Todo esto lo ha colocado en la mira crítica de la teología católica más avanzada, lo cual también le valió la confianza del Papa Juan Pablo II quien lo nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Hasta el momento nos ha aportado 3 Encíclicas. Dios es Amor. En donde nos exhorta a no reducir el amor al aspecto sexual con fines comerciales además de invitarnos a no quedarnos al margen de la lucha por la justicia, sin afanes políticos, debemos ofrecer un servicio de amor que siempre será necesario. Salvados en la Esperanza, nos invita a vivir en libertad orientada por la esperanza aún en medio del sufrimiento, pues Dios nos ofrece la respuesta al anhelo de felicidad que hay en el ser humano. Él mismo es Justicia y Amor. Caridad en la Verdad. Recorre las grandes amenazas que se ciernen sobre la humanidad en nuestros días, por la falta de ética de muchas mentalidades que predominan en las sociedades que viven en la abundancia. Nos dice que sólo en Jesucristo encontramos el camino para el amor indestructible que Dios sostiene y nos lleva al compromiso por la justicia. En sus exhortaciones apostólicas nos habla de Él Sacramento del Amor, reafirmando el valor de la Eucaristía, Palabra del Señor indica líneas importantes para revalorizar la Palabra divina en la Iglesia, deseando que la Biblia no quede como una Palabra del pasado, sino como algo vivo y actual. Sobre la Iglesia en África, dedicada a la Iglesia de África.
Toda la riqueza y sabiduría que Dios ha regalado al mundo por medio de hombres como el Papa Benedicto XVI está esperando ser aceptada por todos los seres humanos que andamos en busca de sentido para nuestras vidas. Estamos invitados a conocer más nuestra fe, acercándonos a la Palabra de Dios y aprovechando las reflexiones que la Iglesia nos ofrece a través de nuestros pastores.
Su santidad el Papa Benedicto XVI al ser consagrado Obispo de Roma y recibir la investidura de Vicario de Cristo es el primer misionero, su presencia entre nosotros significa que viene a motivarnos e impulsarnos a que también nosotros cumplamos con nuestro ser de discípulos de Jesús y ser también misioneros.
La visita del Papa pretende animar la vocación misionera de los cristianos, fortaleciendo las raíces de nuestra fe y despertando la responsabilidad para que todas las comunidades cristianos nos pongamos en estado de misión permanente como lo propone la Misión Continental. Se trata de despertar en los cristianos la alegría y la fecundidad de ser discípulos de Jesucristo, celebrando con verdadero gozo el “estar con Él” y el “amar como Él” para ser enviados a la misión.
Esta experiencia misionera de la visita del Papa, abre un nuevo horizonte para la Iglesia de todo el continente, de nuestro país de nuestra diócesis que quiere “recomenzar desde Cristo” recorriendo junto con Él un camino de maduración que nos capacite para ir al encuentro de toda persona, hablando el lenguaje cercano del testimonio de la fraternidad, de la solidaridad.
Nuestra diócesis quiere ponerse en “estado permanente de misión” y aprovechando la gracia que Dios nos ofrece con la presencia física del Vicario de Cristo quiere fortalecer su dimensión misionera, esto conlleva la decisión de recorrer juntos un itinerario de conversión personal y pastoral, que nos motiva a ser misioneros de Jesucristo. Con su visita viene a renovar nuestra vida en Jesucristo y nos prepara para que llevemos la Buena Noticia a todos los pueblos. Es necesario tener en cuenta que “el discípulo se forma para la misión y a la vez, la misión forma al discípulo”.
La misión debe aterrizar en una pastoral funcional y territorial concreta en las parroquias de nuestra diócesis, en las familias, en las pequeñas comunidades, en las organizaciones comunitarias civiles, teniendo en cuenta a los alejados, indiferentes y los no creyentes.
Los medios para cumplir esta misión pueden ser: Beber de la Palabra de Dios, alimentarnos de la Eucaristía, el proceso de evangelización que incluye el Kerigma, el proceso de la iniciación Cristiana, la oración por la Misión permanente.
Oremos a María Santísima
Intercede por nosotros Santa María de Guadalupe, para que como Iglesia demos respuesta a los escritos y a la visita que SS. Benedicto XVI nos hace en nombre de Jesús, intercede para que seamos generosos y podamos dar una respuesta libre, generosa y alegre para que la Misión Continental tenga muchos misioneros. Amén.
1er. Misterio. Cuando la Iglesia se preparabas para recordar el quinto centenario de la plantatio de la Cruz de Cristo en la buena tierra del continente americano, el beato Juan Pablo II formuló en su suelo, por primera vez, el programa de una evangelización nueva, “en su ardor, en sus métodos en su expresión.
Pidamos a Nuestra Virgen de Guadalupe, animo misionero para esta misión continental.
2do. Misterio. Desde mi responsabilidad de confirmar en la fe, también yo deseo animar el afán apostólico que actualmente impulsa y pretende la “misión continental” promovida en Aparecida, para que la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y de los pueblos latinoamericanos como acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo. Así se multiplicarán los auténticos discípulos y misioneros del Señor y se renovará la vocación de Latinoamérica y el Caribe a la esperanza.
Oremos para ser fieles discípulos y misioneros del Señor.
3er. Misterio. Que la luz de Dios brille, cada vez más en la faz de cada uno de los hijos de esta amada tierra y que su gracia redentora oriente las decisiones para que continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia.
Pidamos evangelizar con una fe recia, una esperanza viva y una caridad ardiente.
4to. Misterio. Los fieles cristianos somos a la vez destinatarios y sujetos de la misión y el Papa Benedicto XVI realiza esta acción misionera con su visita pastoral a nuestro País.
Pidamos para que seamos dignos misioneros que anuncien la Buena Noticia.
5to. Misterio. Quédate con nosotros, Señor, acompáñanos, ilumina Tú nuestras mentes con tu Palabra, ayúdanos a sentir tu Presencia en la persona del Santo Padre. Quédate en nuestro continente, en nuestra Patria, en nuestras familias, niños y jóvenes para construir contigo un mundo nuevo. Quédate con los pobres y humildes, con los ancianos y enfermos de nuestra Iglesia de León y de todo el mundo.
Oremos para que siempre demos testimonio de nuestra religión católica.
Canto Mariano…
Recemos la Coronilla de la Misericordia
Ofrezcámosla por todos los servidores para que reuine el amor, pr todoslos Obispos para que tengan un viaje pacifico, por los acompañantes del Santo Padre, seguridad, gobierno, Iglesia, todeos los visitantes, servidores, hoteleros, reporteros, medios de comunicación, televisoras, enemigos, por todo el pueblo, por todos los que participen d manera visible y ocultamente en esta visita.
Padre nuestro…Ave María… Credo…
En las cuentas grandes antes de cada decena.
Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amantísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.
En las 10 cuentas pequeñas de cada decena.
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Jaculatoria para rezarse al final de cada misterio.
Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Confiamos en Ti
Doxología final después de las cinco decenas.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero ( veces)
Canto Alma Misionera…
Unámonos en oración desde nuestro hogar, trabajo, cama…Para pedir por todas las necesidades de esta visita papal, orando por quienes el Señor te inspire hacerlo: por el Papa, organizadores, seguridad, gobierno, Iglesia, visitantes, servidores, hoteleros, reporteros, medios de comunicación televisoras, enemigos, por todo el pueblo… Agradeciendo el amor tan grande de Dios por haber puesto sus ojos en nuestra Diócesis, permitiéndonos tener entre nosotros a tan grande visitante.
Ser intercesor es colaborar en la obra de Dios de una manera discreta, oculta a los ojos de los hombres pero visible a los ojos de Dios, ofrece tus trabajos cotidianos, tus dolores, tus luchas, tus fracasos… tenemos que sostener a nuestros hermanos con nuestra oración y sacrificios.
Muchas gracias.
¡Unidos en la Eucaristía!
