1a lect. del libro del Profeta Daniel 3,14-20.49.50.91-92.95. Miércoles 28 de Marzo de 2012.

1a lect. del libro del Profeta Daniel 3,14-20.49.50.91-92.95. Miércoles 28 de Marzo de 2012.

1a lect. del libro del Profeta Daniel 3,14-20.49.50.91-92.95. Miércoles 28 de Marzo de 2012.

“DIOS MANDÓ A SU ÁNGEL PARA LIBERAR A SUS SIERVOS”.

Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: ” Sidrac, Misac y Abdénago, ¿es cierto que no honran a mis dioses ni adoran la estatua de oro que erigí?”
Pues bien, si ahora mismo están dispuestos a postrarse en tierra cuando oigan el sonido de la trompeta, del cuerno, la cítara, la flauta, el trombón, la gaita y de toda clase de instrumentos, y adoran la estatua de oro, todo estará bien. Pero si no lo hacen serán inmediatamente echados a un horno ardiente. Y ¿qué dios los salvará de mi mano?”
Sidrac, Misac y Abdénago respondieron al rey Nabucodonosor: No necesitamos darte una respuesta sobre eso.
Si nuestro Dios, al que servimos, quiere salvarnos del horno ardiente y de tu mano, nos salvará.
Pero si no lo quiere, has de saber que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que erigiste”.
Loco de rabia, Nabucodonosor cambió de actitud con respecto a Sidrac, Misac y Abdénago; ordenó que se calentara el horno siete veces más de lo que era necesario.
Luego dio orden a los hombres más forzudos de su ejército que ataran a Sidrac, Misac y Abdénago para echarlos al horno ardiente.
Pero el ángel del Señor había descendido al horno donde estaban Azarías y sus compañeros y había apartado la llama del horno.
Hizo que soplara como una suave brisa en el horno lo suficiente para que el fuego no los tocara ni les causara dolor ni sufrimiento.
El rey Nabucodonosor se quedó sin resuello, se levantó rápidamente y preguntó a sus consejeros: “¿No echamos a esos tres hombres amarrados al fuego?” Respondieron: “Ciertamente”.
El rey añadió: “Pues bien, veo a cuatro hombres que caminan con toda libertad en medio del fuego sin que sufran nada; el cuarto se parece a un hijo de los dioses”.
Nabucodonosor dijo entonces: “Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago que envió a su ángel para librar a sus servidores; confiaron en él, desobedecieron la orden del rey y prefirieron entregar su cuerpo al fuego antes que servir o adorar a cualquier otro dios que no fuera su Dios.

Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asaamblea Eucarística. México

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