“TE ALABAMOS, SEÑOR”.
Señor, tu fuerza regocija al rey: ¡cómo se alegra si tú lo haces triunfar!
Le has cumplido sus más caros deseos, no le has negado lo que te pedía.
Tú le presentas buenas bendiciones, con oro fino coronas su cabeza.
La vida que te pidió, tú se la diste: largos días, muchos y muchos años.
Debido a tu favor, será muy famoso, derramas sobre él honor y majestad.
Has puesto sobre él bendiciones eternas, tú lo haces feliz con tu presencia.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística México