“VEN, SEÑOR, A SALVARNOS”.
Escucha, pastor de Israel, que guías a José como un rebaño, tú que te sientas en los querubines
resplandece.
¿Hasta cuándo, Señor, Dios de los ejércitos, vas a desconsiderar las oraciones de tu pueblo?
¡Oh Dios de los ejércitos, restablécenos, haz brillar tu faz y sálvanos!
Tenías una viña que arrancaste de Egipto, para plantarla, expulsaste naciones.
Que tu mano apoye al hombre que hace tus obras, al hijo de hombre que has hecho fuerte para ti.
Ya no nos apartaremos más de ti, nos harás revivir y tu nombre invocaremos.
¡Señor, Dios Sabaot, restablécenos, haz brillar tu faz y sálvanos!
Biblia Latinoamericana /se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México