Oración a Jesús en el Santísimo Sacramento
¡Oh Divino Jesús, solitario por las noches en tantos tabernáculos sin quien te visite ni adore! Yo te ofrezco mi solitario corazón, y deseo que cada una de sus pulsaciones sean otros tantos actos de amor tuyo. Tú estás siempre vigilando bajo los velos sacramentales, tu amor nunca duerme y jamás te cansas de cuidar a los pecadores.
¡Oh amante Jesús, oh solitario Jesús!¡Ojala mi corazón fuese una lámpara, que brillara y despidiera rayos de amor para Ti solo! Vela, sacramental Centinela; vela por el dormido mundo, por las almas extraviadas por tu pobre y solitaria hija.
“Yo conozco que los sufrimientos presentes no pueden ser comparados con la gloria venidera que nos será revelada”.
Paciencia por hoy, alma mía, el día de mañana será como Dios quiera, entre tanto, hagamos su Santa Voluntad. El día de ayer pasó ya, y todo lo que he sufrido, pasó también; nada quedó sino el mérito ganado, si he llevado mis sufrimientos con mérito. Después de todo, los días son muy cortos.
Mi Dios, yo no puedo menos que ofrecerte los afectos, los sufrimientos y las fatigas de un corto día.
¡Ojala, mi Divino Maestro, que lo que yo tengo que padecer en él sea por tu amor!
Amén.
¡Qué hermosísima oración! Por fín la encontré. Mi mamá que en paz descanse la rezaba cuando íbamos a visitar al Santísimo, y yo no me la aprendí completa. Pero ahora ya la tengo y la voy a aprender para mis visitas a Jesús Sacramentado.
Esta oración yo la aprendí siendo acólito con monseñor Ignacio duque parroco de la iglesia de nuestra señora de belen en mil novecientos cincuenta para mi es una oración de ángeles y la otra oración que tanbien le aprendí fue el santo tris agio ala santísima Trinidad y es la oración más grande que se le pueda tributar afl único y verdadero Dios gracias por el tesoro de oraciones que puedan rescatar Dios les pague
Mi nombre Leon ochoa julio 16/2014
Una cuarenta de la mañan
No me la sabía completa pero que felicidad la he encontrado. Mi mamá y en el colegio la rezábamos todas las noches. Gracias
Mi mamá la rezaba cuando visitaba al Santísimo, nunca la aprendi completa, qué bueno que la encontré.