“QUE EL DÍA DEL SEÑOR NO LOS SORPRENDA COMO UN LADRÓN”.
¿Cuándo sucederá eso? ¿Cómo será? Sobre esto, hermanos, no necesitan que se les hable,
pues saben perfectamente que el día del Señor llega como un ladrón en plena noche.
Cuando todos se sientan en paz y seguridad, les caerá de repente la catástrofe encima, lo mismo que llegan los dolores de parto a la mujer embarazada, y nadie podrá escapar.
Pero ustedes, hermanos, no andan en tinieblas, de modo que ese día no los sorprenderá como hace el ladrón.
Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día: no somos de la noche ni de las tinieblas.
Entonces no durmamos como los demás, sino permanezcamos sobrios y despiertos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México