“CONSTRUYAN EL TEMPLO, PARA QUE PUEDA ESTAR YO SATISFECHO”.
En el segundo año del reinado de Darío, el primer día del sexto mes, la palabra de Yavé fue dirigida por medio del profeta Ageo a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, para que les dijera:
Aquí tienen una respuesta de Yavé a lo que dice este pueblo, que todavía no ha llegado el momento de reconstruir la Casa de Yavé.
Así es cómo Yavé habló por medio del profeta Ageo, y les dijo:
¿Cómo es posible que ustedes se queden en sus casas bien construidas, mientras esta Casa es un montón de escombros?
Pues bien, Yavé de los Ejércitos les dice: “Examinen cómo van sus asuntos:”
ustedes han sembrado mucho, pero han cosechado poco; han comido, pero se han quedado con hambre; han bebido, pero han seguido con sed; se han vestido, pero no estaban bien abrigados. Y el obrero pone el dinero que ha ganado en un bolsillo roto.
Piensen en lo que hacen:
Vayan al monte a buscar madera y reconstruyan la Casa. Con eso, yo seré feliz y me sentiré muy honrado a la vez, dice Yavé.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México