Algunos hemos ignorado y olvidado estas palabras pero Jesús insiste ama a tu prójimo como a ti mismo, atrévete a perdonar. No a la violencia
La Parroquia de San Pío X
No a la Violencia
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo: “No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha ofrécele también la otra. Si alguien te hace un pleito por la camisa, entrégale también el manto. Si alguien te obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos. Da al que te pida, al que espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda.” Mt. 5, 38- 42
Estas enseñanzas de Jesús están en la línea de las bienaventuranzas y nos enseñan que debemos estar disponibles para amar y a decir si al hermano que necesita de mi ayuda, ya que por amor debemos estar dispuestos a todo, pues el amor es el más grande bien y hemos de arriesgarlo todo por poseerlo.
El amor nos lleva a vivir una vida de entrega, de darse, y donarse a los demás y también a recibir ayuda; y entonces caminaremos en una verdadera hermandad y unidad.
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los cielos. Mt. 5, 43-45
Quizás hoy en día pudiésemos pensar que es difícil hacer vida esta palabra, si pensamos en todas aquellas personas que trabajando honestamente son despojadas de todas sus pertenecías, por tan diferentes circunstancias, como son robos, o en todas aquellas personas terroristas que matan a tantas personas inocentes por conseguir un ideal, a veces tan erróneo; El amor a los enemigos se demuestra con la comprensión, que circunstancias de la vida, abandono, violencia, sufrimientos, enfermedad, los llevo a actuar así, el amor a los enemigos nos lleva a orar por ellos.
En Cristo se nos demuestra Dios amor: “quien me ve a mi ve al Padre”, y nosotros los cristianos estamos llamados también a reflejar a Cristo. Dios ama a cualquier hombre, sea el que sea, aunque todavía tenga un segundo de vida, tiene la oportunidad de arrepentirse y cambiar, aun sea el peor criminal, tiene un lugar reservado en el Corazón de Dios. Nuestro deber es orar mucho por ellos
S. Juan Crisóstomo: Los hijos carnales se asemejan al padre terreno o corporal; los hijos espirituales se asemejan a Dios en la verdad y en la santidad del amor.
San Gregorio: Practicamos verdaderamente el amor hacia los enemigos, cuando no nos contristamos de sus bienes ni nos alegramos de sus males.
Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores. Mt. 5, 45
Es falso el amor a Dios sin el amor al prójimo
¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. Is. 58,6
Demos muestras de nuestro amor a Dios, rompiendo las cadenas de violencia en nuestras empresas, familias, escuelas, medios de comunicación, rompamos con el yugo de la indiferencia y el conformismo dejando a otros que actúen por nosotros y di no a la violencia.
Oremos a nuestro Padre nos regale el don del perdón para así amar verdaderamente a nuestro prójimo.
Oremos por todas las familias del mundo, profesores, maestros, empresarios, obreros, legisladores, políticos, gobernantes, para que nuestro Padre infunda en todos nosotros su Santo Espíritu para que unidos luchemos por la justicia y la paz.
¡Unidos en la Eucaristía!