“DIOS NO SE ARREPIENTE DE SUS DONES, NI DE SU ELECCIÓN”.
Os digo, pues, a vosotros, los gentiles: Por ser yo verdaderamente apóstol de los gentiles, hago honor a mi ministerio,
pero es con la esperanza de despertar celos en los de mi raza y salvar a alguno de ellos.
Porque, si su rechazo ha sido la reconciliación del mundo, ¿qué será su readmisión sino una resurrección de entre los muertos?
Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables.
En efecto, así como vosotros fuisteis en otro tiempo rebeldes contra Dios, mas al presente habéis conseguido misericordia a causa de su rebeldía,
así también, ellos al presente se han rebelado con ocasión de la misericordia otorgada a vosotros, a fin de que también ellos consigan ahora misericordia.
Pues Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística