“ALGUNOS GRANOS DIERON EL CIENTO POR UNO”.
Ese día Jesús salió de casa y fue a sentarse a orillas del lago.
Pero la gente vino a él en tal cantidad, que subió a una barca y se sentó en ella, mientras toda la gente se quedó en la orilla.
Jesús les habló de muchas cosas, usando comparaciones o parábolas.
Les decía: “El sembrador salió a sembrar.
Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron las aves y se los comieron.
Otros cayeron en terreno pedregoso, con muy poca tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad.
Pero apenas salió el sol, los quemó y, por falta de raíces, se secaron.
Otros cayeron en medio de cardos: éstos crecieron y los ahogaron.
Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno.
El que tenga oídos, que escuche.
Ese día Jesús salió de casa y fue a sentarse a orillas del lago.
Pero la gente vino a él en tal cantidad, que subió a una barca y se sentó en ella, mientras toda la gente se quedó en la orilla.
Jesús les habló de muchas cosas, usando comparaciones o parábolas.
Les decía: “El sembrador salió a sembrar.
Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron las aves y se los comieron.
Otros cayeron en terreno pedregoso, con muy poca tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad.
Pero apenas salió el sol, los quemó y, por falta de raíces, se secaron.
Otros cayeron en medio de cardos: éstos crecieron y los ahogaron.
Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno.
El que tenga oídos, que escuche.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México