“EL ESPÍRITU INTERCEDE POR NOSOTROS, CON GEMIDOS QUE NO PUEDEN EXPRESARSE CON PALABRAS”.
Somos débiles, pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos.
Y Aquel que penetra los secretos más íntimos entiende esas aspiraciones del Espíritu, pues el Espíritu quiere conseguir para los santos lo que es de Dios.
Biblia Latinoamericana /se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México